Instrucciones

Step 1

Prepara tu cama y cabecera para el proceso de limpieza. Quita todas las sábanas, almohadas y telas que puedan mancharse o estropearse. También asegúrate de utilizar guantes de látex descartables durante todo el proceso de limpieza.

Step 2

Prepara una solución de limpieza mezclando una taza de vinagre blanco con 3 cucharadas de harina y 3 cucharadas de sal marina. Mezcla la solución con una cuchara hasta obtener una pasta suave y homogénea.

Step 3

Aplica la pasta con una esponja sobre tu cabecera de latón. Frótala contra el latón y luego déjala secar. Retírala con un trapo limpio embebido en agua fría y luego sécalo con otro trapo. Los próximos pasos explicarán las soluciones de limpieza alternativas y nombrarán pastas que se utilizarán si lo hecho anteriormente no funciona. Intenta cada una de las recetas hasta que puedas restaurar tu cabecera de latón a su brillo original.

Step 4

Prepara una solución de limpieza mezclando una taza de jugo de limón con 3 cucharadas de cremor tártaro y 5 gotas de aceite de limón. Mezcla bien la pasta y luego frótala por la cabecera de latón. Una vez que la pasta esté seca y endurecida, enjuágala con agua tibia y un trapo limpio.

Step 5

Limpia la superficie de la cabecera de latón con una esponja embebida en una bebida cola u otra bebida gaseosa similar. Luego aplica un limpiador de latón comercial con un cepillo de dientes pequeño y firme. Nuevamente, utiliza agua tibia y un trapo limpio para enjuagar y limpiar la superficie de la pieza de tu cama de latón.

Step 6

Quita el recubrimiento de laca de la cabecera de latón si todo lo demás ha fallado. Utiliza un diluyente de laca o pintura a base de acetona y una esponja de acero para quitar la mano de acabado. Si tu cabecera de latón no tiene un recubrimiento de laca, simplemente ignora este paso y continúa con el siguiente.

Step 7

Aplica una capa protectora ahora que has restaurado el aspecto de tu cabecera de latón. Utiliza cera para automóviles, aceite de oliva o un pulidor comercial de metales frotándolo con movimientos suaves y circulares. Aplícalo con un trapo o un pulverizador. Luego espera unos minutos y repite el proceso de aplicación. Esta mano de acabado pretende proteger el lustre recién descubierto y el antiguo esplendor de tu cabecera de latón.