Información sobre la raza

El pug es por lo general una raza saludable que requiere de cuidados básicos. Su manto está cubierto de pelo, lo que provoca un fuerte problema de muda, pero sus necesidades de cepillado son mínimas. Generalmente puedes cepillar a tu perro una vez a la semana o más cuando la muda estacional alcance su pico. Sólo tienes que bañar al perro cuando sea necesario. Si tu pug se infesta de pulgas, tendrás que frenar el problema de inmediato debido a que el pug es sumamente propenso a la irritación de la piel.

Pulgas

Si el perro se infesta de pulgas, la piel puede irritarse más de lo habitual debido a la reacción alérgica que la acompaña. Esto hará que tu pug se rasque y mordisquee de manera más agresiva, lo que puede dar lugar a la pérdida de pelo o abrasiones de piel. Lo mejor es prevenir, sobre todo porque un problema de pulgas puede diseminarse dramáticamente en un periodo de tiempo muy corto. Considera el tratamiento que es suave, pero que repele a las pulgas que aterrizan o muerden tu pug.

Alergias alimentarias

Algunos pugs también son propensos a las alergias alimentarias que pueden producirles erupciones. Si la dieta de tu perro es baja en zinc o alta en grasa puede dar lugar a irritación de la piel. Tampoco ayuda que los pugs son pequeños y felices sibaritas que les encanta comer cualquier cosa que tú comas. Supervisa cuidadosamente su dieta para que puedas ligar si lo que tu perro comió tiene que ver con el inicio de la erupción. Para promover un pelaje más saludable alimenta a tu perro con un huevo pasado por agua una o dos veces por semana.

Atopia

Los pugs también pueden ser susceptibles a las alergias relacionadas a la inhalación de polen conocidas también como atopia, una hipersensibilidad que puede encontrarse en cualquier raza. Puede ser causada por el polen o la caspa, incluso por el humo. El perro se mordisqueará, masticará, lamerá o frotará para aliviar el picor que acompaña a la atopia, que a la larga puede resultar en lesiones cutáneas. En el caso de una reacción alérgica leve puedes usar antihistamínicos o simplemente darle un baño a tu perro. Para reacciones más graves, consulta con tu veterinario para que le prescriba corticosteroides.