Lavado con agua caliente

El agua caliente deja la tela más limpia, pero no es bueno para ella, ni para tu billetera. Para limpiar la ropa, elige siempre la temperatura más caliente que la ropa pueda resistir. La ropa blanca casi siempre se lava en agua caliente, así como toallas, pañales y todo lo que esté muy sucio. Las ropas oscuras o de colores pueden desteñirse en el agua caliente. Además esta reduce algunos tejidos, como el algodón y la lana.

Lavado con agua tibia

El agua tibia es una buena elección para la ropa que recibe una gran cantidad de desgaste y no se limpia bien con agua caliente. Esto incluye pantalones vaqueros de mezclilla y otros, así como la vestimenta teñida o muy sucia, que tienes miedo de que pueda ser dañada por el agua caliente. El agua tibia es muy popular para la mayoría de los lavados de hogares.

Lavado con agua fría

Lavar con agua fría es la forma menos costosa y más razonable para lavar la ropa. También es más seguro. Por desgracia, el agua fría no consigue limpiar tan bien como el agua caliente lo hace. El agua fría es mejor para las prendas delicadas y para telas que puedan encogerse o cualquier cosa que tengas miedo de que pueda desteñirse. Usa detergente líquido cuando utilices agua fría, particularmente uno diseñado para lavado suave, ya que los detergentes más duros o los que vienen en polvo no se disuelven en agua fría.

Enjuague

Una forma de mitigar el costo de utilizar agua caliente o tibia para lavar es enjuagar con agua fría. Para hacer esto más eficaz, es importante que se disuelva todo el detergente durante el lavado. Usa un detergente líquido, o pon detergente en polvo en la máquina a medida que se llena, antes de agregar la ropa.