¿Qué tipo de fertilizante necesita la sandía para crecer correctamente?
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Una rebanada de sandía fresca y crujiente es un delicioso plato de verano. Crecer tus propias sandías asegura que sean orgánicas y tengan el mejor sabor. Las sandías prosperan en suelo bien drenado y arenoso, rico en materia orgánica. Darle a tus sandías el tipo y la cantidad correctos de fertilizante ayuda a que crezcan grandes y jugosas. Sin la tierra ni la fertilización apropiada, las sandías no crecerán bien.
Nivel de pH en el suelo
Las sandías requieren tierra con un nivel de pH de 6,0 a 6,5. La mayoría de las tiendas de suministros de jardinería venden kits de verificación del pH que te permiten insertar una sonda en el suelo y recibir una lectura de pH instantánea. Agregar caliza dolomítica aumenta el nivel de pH en el suelo. Una vez que el nivel de pH en el suelo es correcto, agrega sulfato de magnesio para mejorar la fertilidad de la tierra. La verificación del pH y el tratamiento del suelo deberían hacerse seis meses antes de plantar.
Fertilización de la pre-plantación
Antes de plantar tus sandías, elabora 4 pulgadas (10,16 cm) de materia orgánica compuesta en la tierra. Estiércol de vaca, cáscara de maní o residuos de desmotadora de algodón le dan a la tierra los nutrientes necesarios para crecer sandías. La tierra también necesita fertilizante multi-propósito 10- 10- 10 o 16- 16- 8. Aplica de 4 a 6 tazas por cada 100 pies (30,48 m) de hilera.
Fertilización semanal
Dale a las sandías un fertilizante semanal 20- 10- 20 hasta que las vides comiencen a florecer. Sigue cuidadosamente las instrucciones en el paquete del fertilizante para saber las cantidades correctas. Cambia a un fertilizante 20- 20- 20 cuando las vides comiencen a florecer y continúa usándolo durante la temporada de crecimiento.
Agregar nitrógeno
Las sandías necesitan 1 libra (0,45 kg) de nitrato de amoníaco por cada 100 pies (30,48 m) o 2 libras (0,91 kg) de nitrato de calcio por cada 100 pies (30,48 m) de hilera. Dale a tus sandías nitrógeno antes de que las vides comiencen a crecer y nuevamente después de que la fruta haya comenzado a desarrollarse. No le des demasiado nitrógeno. Si lo haces, disminuirá la cantidad de fruta producida. Evita poner nitrógeno en las hojas porque causarás que se quemen.
Referencias
Recursos
Créditos fotográficos
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