¿Qué tipo de suelo precisa una planta de tomate?
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Los tomates son el cultivo más comúnmente cultivado en los huertos domésticos de Estados Unidos. Adaptables y de fácil cultivo, los tomates puede producir frutos en casi cualquier lado, pero plantarlos en el mejor suelo posible sigue siendo esencial si quieres maximizar el rendimiento. Cuando cultivas tomates, debes considerar cuidadosamente la textura, humedad, pH y fertilidad de tu suelo.
Textura
La textura hace referencia al balance de limo, arena y arcilla presente en el suelo. Los tomates crecen mejor en suelos francos, que tienen cantidades casi similares de estos tres elementos. No prosperan en suelos demasiado arenosos o demasiado arcillosos. Para mejorar los suelos de estas características, incorpora 2 o 3 pulgadas (5 a 7,5 cm) de turba, compost u otro materia orgánico a las primeras 8 pulgadas (20 cm) de tu suelo. La materia orgánica, además, aporta nutrientes, brindando un beneficio doble.
Humedad
Los tomates precisan mucha agua para fructificar sanamente, pero es importante no excederse. Los suelos mojados y anegados pueden asfixiar a las raíces, así que evita plantar los tomates donde se acumula agua después de una lluvia. Una vez establecidos, riégalos no más de lo necesario para mantener el suelo húmedo.
pH
El pH del suelo hace referencia a su acidez o alcalinidad; un pH alto significa que tu suelo es alcalino, mientras que uno bajo indica que es ácido. Un pH de entre 6,5 y 7 es casi neutro y este es el rango en el que los tomates crecen mejor. También toleran los suelos ácidos. Un análisis de suelo de una oficina local de extensión te dirá el pH de tu suelo y te recomendará las enmiendas necesarias. La más común es la cal para elevar el nivel y el azufre para bajarlo.
Fertilidad
El suelo fértil es esencial para obtener una cosecha abundante. Incorpora materia orgánica al suelo antes de plantar para mejorar la fertilidad, pero puede que también tengas que aplicar fertilizantes comerciales. Busca productos con niveles altos de fósforo. El nitrógeno es también un elemento importante, pero evita usar fertilizantes nitrogenados en forma excesiva porque esto puede generar plantas arbustivas con muchas hojas y pocos frutos. La Universidad de Rhode Island recomienda aplicar un fertilizante completo como un 5-10-10, 5-20-50 u 8-16-16, a una tasa de 2,5 a 3 libras (1 a 1,4 kg) por cada 100 pies cuadrados (9 metros cuadrados), dos semanas antes de la plantación.
Referencias
- University of Missouri Extension; Growing Home Garden Tomatoes (Extensión de la Universidad de Missouri; Cultivo de tomates en el huerto doméstico); David H. Trinklein; 2010
- University of Illinois Extension: Tomato (Extensión de la Universida de Illinois; Tomate)
- NC State University; Growing Tomatoes for Home Use (Universidad Estatal de Carolina del Norte; Cultivo de tomates para uso doméstico); Larry Bass; 1999
- University of Rhode Island; Tomato Culture (Universidad de Rhode Island; Cultivo de tomate); Marianne Riofrio; 2000
- Oklahoma Cooperative Extension Service; Growing Tomatoes in the Home Garden (Servicio de Extensión Cooperativa de Oklahoma; Cultivo de tomates en el jardín doméstico); David A. Hillock, et al.
Sobre el autor
Richard Corrigan has been a full-time professional writer since 2010. His areas of expertise include travel, sports and recreation, gardening, landscaping and the outdoors. He earned a Bachelor of Arts in English from SUNY Geneseo in 2009.
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