Almacenamiento a temperatura ambiente

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Si quieres consumir tomates crudos o en una ensalada o en un sándwich, es mejor almacenarlos a temperatura ambiente. Esto permite que el proceso de madurez continúe y te asegure un sabor más completo y rico. No laves la fruta hasta justo antes de comerla. Para almacenarla, colócala en un contenedor ubicado en una zona cálida y seca y los tomates durarán unos diez días aproximadamente. Los tomates comprados para almacenar, sin embargo, normalmente ya están un poco maduros, por lo que se echarán a perder más temprano que los de larga vida.

Almacenamiento en el refrigerador

Los tomates duran más cuando están refrigerados. Estos pueden ser utilizados hasta por 14 días cuando se los almacena en temperaturas más frías. Este método, sin embargo, disminuye el sabor y puede hacer que la textura de la fruta se vuelva pulposa. La fruta almacenada de esta manera, se utiliza mejor en recetas que le agregan un sabor adicional con condimentos y especias. Al utilizar el almacenamiento refrigerado, coloca la fruta en papel o en una bolsa sellada.

Consideraciones

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Un tomate cortado en rodajas se echará a perder rápidamente a no ser que sea almacenado en temperaturas frías. Coloca las partes del tomate en un contenedor sellado o cúbrelos bien con un envoltorio plástico. Coloca la fruta protegida en el refrigerador. Cuando se almacena de esta manera, las partes del tomate durarán hasta tres días.

Consejos de almacenamiento adicional

Los tomates durarán más a temperatura ambiente o en el refrigerador si los guardas con el cabo boca abajo. Otra opción para un almacenamiento óptimo es comprar o cosechar tomates de la vid y almacenarlos de esta manera. Aunque los tomates de la vid son más costosos que los vendidos fuera de ella, se mantienen frescos por más tiempo. La fruta en la vid continúa siendo alimentada por nutrientes desde sus ramas.