Helados y sorbetes

La fragante pulpa naranja rosado del zapote mamey o la pulpa cruda del zapote blanco pueden incorporarse en los helados. Procesando dos zapotes blancos en trozos con almíbar y jugo de limón para luego congelarlo, obtendrás un sorbete que puede durar hasta un mes y rinde cuatro porciones.

Tazas y ensaladas de frutas

Los zapotes son deliciosos para comer frescos: puedes extraer la pulpa del zapote mamey con una cuchara o pelar un zapote blanco, quitarle las semillas y cortarlo para comerlo como si fuera una manzana. Puedes mezclarlos con otras frutas tropicales para hacer una refrescante ensalada de frutas. Las bananas, las piñas, los mangos y el coco producen un buen contraste con la pulpa cremosa del zapote.

Bebidas y batidos

El puré de zapote sirve para hacer refrescantes bebidas y licuados. El zapote blanco es una buena fuente de potasio y vitamina C, como así también una buena fuente de vitamina A. Puedes licuarlo proporciones iguales con yogur y mezclarlo con hielo granizado, un chorro de jugo de naranja y una lluvia de jengibre en polvo para obtener un licuado estimulante y energético.

Pudines y mousses

Una fruta exótica fuera de su país, el zapote negro se ve como un tomate y presenta una pulpa oscura que puedes retirar con una cuchara. El sabor recuerda al chocolate y puede ser utilizado como tal en pudines y mousses. Una opción es forrar un molde con rodajas de bizcochuelo y llenar la cavidad con puré de zapote negro macerado en brandy. Luego de refrigerarlo, desmoldas el pudín y los sirves con crema batida.