Step 1

Revisa en línea o llama al centro penitenciario para conocer las normas específicas relativas a los presos que se visitan. Aunque la mayoría de las instalaciones cuentan con un sitio web, algunos todavía están atrasados.

Step 2

Averigua las fechas específicas, horarios y pre-requisitos antes de visitar a un prisionero. La mayoría de las prisiones solamente permiten visitas en un día y horario designado. Además, tienen reglas respecto a lo que tienes permitido llevar dentro de la misma, por eso, tienes que aprenderlas antes de ir o se te prohibirá la entrada a la prisión.

Step 3

Prepárate psicológicamente antes de ir. Ver a alguien que amas detrás de rejas y alambres es una situación más difícil de lo que puedes imaginar. Deberías tomarte un tiempo emocional antes de llegar al centro para que se aproveche al máximo tu visita sin hacer el preso se sienta peor de lo que ya se siente.

Step 4

Entiende que si has sido condenado por un delito en el pasado, el guardia probablemente no te permitirá visitar al prisionero sin expresar un permiso. Consíguelo con anterioridad por escrito.

Step 5

Aprehende que hay visitas de contacto y visitas sin contacto en diferentes prisiones. Por ejemplo, si eres familiar del prisionero, te puedes sentar en áreas abiertas y compartir el mismo espacio con ellos. Si eres amigo, se te permitirá una visita sin contacto, lo que significa, que estarás sentado detrás de un vidrio cuando hables con el mismo.