Como re-utilizar azulejos de cerámica
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El reciclaje de azulejos de cerámica te da la oportunidad de restaurar azulejos antiguos, raros o únicos. El proceso es tedioso, lleva tiempo, y no posee una buena relación costo-beneficio si hay duplicados de esos cerámicos disponibles o si el tiempo no es un factor importante. Algunos azulejos pueden verse dañados a pesar del cuidado con el que se realice la extracción. Esto dependerá del tipo de glaseado en los azulejos, su condición y el período de tiempo que estuvieron instalados.
Preparación
Step 1
Protege áreas delicadas. Coloca una tela cubriendo las áreas que quieres evitar que salgan dañadas o rayadas.
Step 2
Elige un lugar para comenzar. Hay 3 opciones. Puedes comenzar a quitar los azulejos en el borde expuesto de uno de ellos, con un azulejo elegido al azar, o un azulejo roto o dañado. Si comienzas con un azulejo dañado, puedes saltear el Paso 3 si rompes completamente el azulejo con un martillo para exponer la superficie debajo de él.
Step 3
Quita la lechada. Utilizando la sierra, coloca la punta contra la lechada y empuja hacia adelante. Debes hacer esto hasta que toda la lechada sea removida de todos los bordes de los azulejos.
Extracción de azulejos
Step 1
Afloja el primer azulejo. Coloca el filo del raspador de azulejos entre la parte inferior del azulejo y la superficie debajo de él, y suavemente golpea el extremo del mango del raspador con el martillo. Esto debe hacerse a lo largo de todo el borde del azulejo, manteniendo el raspador a un ángulo aproximado de 30º de la superficie del azulejo.
Step 2
Quita el primer azulejo. Una vez que el azulejo del Paso 1 está flojo, utiliza la barreta para despegarlo de la superficie base. Si estás trabajando en una superficie vertical, comienza este paso tan pronto como el azulejo comienza a despegarse de la superficie para evitar que se caiga y resulte dañada.
Step 3
Quita el resto de los azulejos, siguiendo el Paso 2 para cada uno hasta que todos hayan sido removidos. Guarda los azulejos cuidadosamente para poder re-utilizarlos, de manera que sus superficies no se vean rayadas o dañadas.
Preparación de los azulejos para su re-utilización
Step 1
Quita el adhesivo. Habrá restos de adhesivo de azulejo ya sea en forma de cemento fino o masilla en la parte trasera de cada azulejo. Este adhesivo debe ser removido hasta que la parte posterior del azulejo quede plana y uniforme. Coloca cada azulejo cara abajo sobre una superficie suave como puede ser una tela. Mantén el raspador de azulejo a un ángulo de 30º, comienza a quitar el adhesivo golpeando suavemente el extremo del mango del raspador con un martillo.
Step 2
Prepara los azulejos para el siguiente paso. Una vez que obtengas superficies relativamente planas en la parte trasera de los azulejos, colócalos en un balde con agua tibia por 45-60 minutos para aflojar cualquier resto de lechada que haya quedado en ellos (no es necesario que todo el adhesivo sea removido si la superficie quedó relativamente plana y uniforme).
Step 3
Inspecciona cada azulejo cuidadosamente para ver si hay signos de daños por el proceso de extracción. Si alguno de los bordes o superficies de los azulejos fueron dañados, descártalo o guárdalo para utilizar partes de él en futuras remodelaciones.
Step 4
Limpia los bordes de los azulejos. Es probable que la lechada aún se adhiera a los bordes de cada azulejo. Utilizando tus dedos, raspa cualquier remanente de lechada. Luego, quita los restos utilizando el raspador de plástico (puede que tengas que repetir el Paso 2 para aflojar la lechada de los bordes de los azulejos aún más.)
Step 5
Lava y guarda los azulejos. Una vez que hayas removido toda la lechada, limpia cada azulejo con agua limpia y potable. Seca cuidadosamente la cara de cada azulejo con un trapo limpio y deja que la parte trasera se seque al aire. Una vez que los remanentes del adhesivo se hayan secado completamente, puedes guardar los azulejos para tus futuros proyectos de remodelación. Guarda los azulejos de manera que las superficies no se dañen, colocando toallas de papel o tela entre ellos.
Recursos
Consejos
- Puedes utilizar una espátula de acero en lugar de un raspador de azulejos. Sin embargo, puede que lo dañes con los repetidos impactos del martillo.
- Una vez que hayas quitado el primer azulejo, no será necesario remover la lechada de todos los azulejos a menos que llegues a una esquina que posee azulejos a ambos lados, en cuyo caso puedes volver a la Sección 1, Paso 2, en relación a la remoción de la lechada de un azulejo seleccionado al azar.
- Coloca cada azulejo en un balde con agua (o un contenedor más grande si es necesario) de manera que la superficie exterior no entre en contacto con la parte trasera de otro azulejo.
- Si vas a volver a colocar azulejos en la superficie de la que los has removido, puede que tengas que quitar la superficie base para reemplazarla. Los restos de adhesivo pueden ser removidos con el raspador de azulejos, pero este proceso no es recomendado debido a la cantidad de tiempo que requiere.
Advertencias
- Siempre utiliza gafas protectoras cuando estás quitando los azulejos o utilizando el raspador de azulejos.
- Es esencial que todas las piezas flojas de azulejo o adhesivo sean removidas de superficies delicadas para evitar rayarlas o dañarlas.
- No permitas que los escombros lleguen a tu drenaje, esto podría bloquear el sistema.
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