¿Cómo es el desarrollo emocional de un niño de edad preescolar en riesgo?

Mostrar carácter es signo de un desarrollo adecuado a la edad preescolar.

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Los niños de edad preescolar muestran sus emociones de forma superficial. Pueden estar felices en un minuto, y llorando al siguiente. Esto se debe al hecho de que no comprenden la diferencia entre emociones. Su desarrollo emocional juega un factor clave en cómo aprenderán en el futuro. Un niño de edad preescolar en riesgo requiere de más tiempo y paciencia que un niño normal. Su desarrollo emocional es más pronunciado a cada nivel de edad.

Emociones y acciones

Los niños desarrollan el balance emocional entre la edad de 3 y 5. Durante esta época, sus sentimientos dependen de la situación. Su humor cambia tan rápidamente como sus actividades. A medida que desarrollan el lenguaje, también desarrollan sus habilidades cognitivas sobre cómo manipular las situaciones. Ellos aprenden que si muestran emociones mediante malas acciones, pueden ser evadidos de la situación hasta que se calman. Esto se logra poniendo al niño en penitencia cuando se estaba comportando mal. Pronto aprenderán que su comportamiento negativo no es apropiado.

Los niños en riesgo que van al preescolar pueden no desarrollar sus habilidades cognitivas tan rápidamente. Sus acciones entre la edad de 3 y 5 pueden incluir: gritar, morder, rabietas incontrolables, inhabilidad de aprender a controlar esfínteres, problemas de movilidad, golpear, incapacidad para compartir, desarrollo limitado del habla, etc.

Niños de 3 años

Un niño de tres años muestra las emociones más extremas. Las rabietas son comunes. Otras demostraciones físicas de frustración también pueden aparecer. El niño puede expresar su extrema felicidad o alegría mediante risas incontroladas, chillidos, aplaudir con las manos, saltar, etc. Cualquier situación extrema puede ser difícil de detener. Es importante controlar ambos extremos del espectro para que el niño comience a comprender que ambas cosas son extremas e incorrectas.

La ansiedad de separación puede ser muy prevalente a esta edad. Cuando uno de los padres deja al niño en el jardín, guardería o con la niñera, el niño puede llorar de forma incontrolable. También puede desarrollar miedo a estar en la oscuridad, a que haya un monstruo bajo la cama y así sucesivamente. Cada niño comienza a identificar las cosas que lo asustan, lo enojan, le molestan. El niño puede ser incapaz de controlar sus emociones, incluso aunque pueda identificar lo que le molesta. Este miedo puede continuar a medida que crece. Cada niño aprende a controlar los miedos de una forma en que le sea cómoda.

Un niño de 3 años en riesgo que va al jardín de infantes puede mostrar una ansiedad de separación más extrema. Puede aferrarse a su papá o su mamá, gritar, llorar, golpear a la maestra o llorar descontroladamente por largos períodos de tiempo. Un jardín certificado con experiencia trabajando en niños con riesgo ayudará a aliviar la transición.

Niños de 4 años

Al momento de cumplir los 4 años, el niño tiene cierta comprensión de las emociones extremas. La mayoría de los niños comprenden que actuar extremadamente es inapropiado y afecta a los demás, pero ésto no los detiene. En esta edad los niños comienzan a comprender que una emoción extrema evitará que puedan jugar o hacer algo que disfrutan.

Un buen ejemplo es un varón de 4 años jugando con su camión de juguete en el arenero. Él ha vertido algo de arena en la parte posterior, pero el camión se resbala y la arena se derrama. El niño se enoja y arroja el juguete. El responsable lo pone en penitencia y le quita el camión. El niño comienza a comprender que sus acciones tienen una consecuencia: su juguete ha sido confiscado.

La empatía comienza a desarrollarse a los 4 años de edad. El niño comienza a comprender qué se siente si alguien se ve lastimado. Un buen ejemplo puede ser una niña en edad preescolar cuya amiga camina con una bandita en su codo. Ella le pregunta qué le ocurrió, y cuando la amiga le contesta, ella puede contestar algo como "eso debe haberte dolido". Otro ejemplo sería si la niña ve a otro niño llorando. Puede que ella se dirija al niño y le pregunte qué ocurre.

Un niño de 4 años en riesgo puede mostrar más signos de comenzar con las primeras etapas del desarrollo cognitivo de los 3 años. Ellos no muestran empatía por los demás y aún están muy concentrados en sí mismos. Se necesitan paciencia y comprensión para ayudar al niño a aprender y desarrollar la empatía y la comprensión.

Niños de 5 años

A los 5 años un niño comienza a poder regular sus emociones. Los niños de 5 años en general expresan sus sentimientos de forma correcta, separándolos de las acciones. Ellos comienzan a hablar sobre cómo fue su día con los demás y tienen menos rabietas de comportamiento incontrolable. Esto lleva a la internalización de un comportamiento socialmente aceptable. El niño es capaz de lidiar con sus sentimientos de forma más controlable. Él puede comunicar sus sentimientos en lugar de actuar de forma agresiva. Aún existirán situaciones en las que se porte mal, pero éstas serán menos frecuentes.

Dependiendo del desarrollo mental de un niño en riesgo, su desarrollo mental y cognitivo puede estar aún en la etapa de 3 ó 4 años. En este punto se recomienda una evaluación del desarrollo de niño en riesgo. Se pueden hacer arreglos especiales que pueden revelar una discapacidad física o del aprendizaje. Buscar ayuda a esta edad asegurará que el niño en riesgo reciba la guía apropiada una vez que ha alcanzado la edad escolar.

Ayudando al desarrollo

Los niños en riesgo requieren de más tiempo y paciencia por parte de sus padres y cuidadores que los niños normales. Es extremadamente importante ayudar a que los niños en riesgo aprendan a lidiar con las emociones. Corregir los problemas emocionales temprano puede hacer que el niño sea más exitoso en su desarrollo educacional y social.

Existen varias cosas que un padre puede hacer para ayudar al niño en riesgo durante el período de desarrollo emocional preescolar. Desarrollar la habilidad motriz de un niño ayudará a desarrollar su auto-control. Las actividades como trabajar en rompecabezas, enhebrar cuentas, bloques para armar y ponerse su propia ropa ayudarán a desarrollar las habilidades motrices. Permanece constante con los horarios para ir a la cama. Lleva al niño a caminar. Déjale que juegue en el patio o llévalo al parque. Fomenta actividades que ayuden al desarrollo muscular del niño.

No fomentes las rabietas agresivas y la acción de arrojar objetos ayudando al niño a expresar sus sentimientos con las palabras apropiadas. Habla con el niño en este nivel para ayudarlo a comprender las situaciones emocionales, Corrige su comportamiento incorrecto retirándolo de la situación conflictiva. Una vez que el niño se ha calmado, déjale saber por qué lo retiraste y ayúdalo a comprender cómo se podría haber resuelto la situación de otra forma.

La acción más importante que un padre puede tomar para el desarrollo emocional de su hijo de edad preescolar, ya sea que esté en riesgo o no, es fomentar el vínculo. Muéstrale amor y cuidado. Está al tanto de sus acciones y necesidades. Y por sobre todas las cosas: comunícate.

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