Tumor en el hocico de un perro

Muchos de los tumores en el hocico de un perro no son cancerosos.

Chris Amaral/Digital Vision/Getty Images

Un tumor en el hocico de un perro no es infrecuente. Por fortuna, la mayoría de estos tumores no son cancerosos, pero necesitarán generalmente ser retirados quirúrgicamente. Cada vez que se detecta un tumor en el hocico de un perro, debe ser llevado a un veterinario para un diagnóstico inmediato.

Tumores benignos

El tipo más común de tumores benignos (no cancerosos) en el hocico de los perros se llama fibrotatous épulis. A pesar de que no se propagan a otras partes del cuerpo, puede seguir creciendo bastante grande e invadir el tejido circundante y puede incluso envolver uno o más dientes. Este tipo de tumor se inicia en la línea de las encías y es generalmente suave y rosado. La extirpación quirúrgica suele ser el único tratamiento.

Tumores malignos

A pesar de que la mayoría de los tumores en el hocico de un perro son benignos, el cáncer oral sigue siendo el cuarto tipo de cáncer más común en los perros. Un tumor localizado en la lengua normalmente es maligno (canceroso). El tipo de cáncer y el tamaño y la localización del tumor son todos factores para el tratamiento y pronóstico. En general, es mejor si el tumor está en la parte delantera de la boca y/o en la mandíbula inferior; esto le da al perro una mejor oportunidad de que el cáncer no se propague. La extirpación quirúrgica casi siempre se recomienda, así como la radiación, quimioterapia o ambas.

Cirugía

Debido a que los tumores benignos y malignos del hocico tienden a ser localmente invasivos, la extirpación quirúrgica por lo general consiste en extraer el tejido circundante, así como para asegurarse de que se retiren lo más posible de las células del tumor. Esto podría significar hasta varios centímetros de tejido circundante que son retirados. El tamaño y la ubicación del tumor también podría significar que los dientes y/o partes de la mandíbula también se eliminen.

Cuidado postquirúrgico

El perro tendrá que ser alimentado con alimentos blandos durante al menos varios días después de la cirugía para permitir que las áreas suturadas se curen. El veterinario determinará cuánto tiempo se necesita. Tampoco se le permitirá al perro tener huesos, carnazas o juguetes para masticar durante este tiempo. Si no quiere comer o parece tener dolor al comer o si tiene sangre en la saliva, debes contactar inmediatamente al veterinario.

Detección

La detección temprana es importante para detectar el tumor y eliminarlo antes de que sea demasiado grande. Esto reducirá las posibilidades de que se propague si es maligno, y reducirá la cantidad de tejido, dientes y hueso que tendrá que ser removido cuando se extirpe el tumor. Lo mejor es hacer una inspección visual mensual de la boca de tu perro para detectar tumores. También, el babeo excesivo, dificultad para masticar y sangrado del hocico, son indicadores de un posible tumor.

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