¿Qué cantidad de sol puede recibir una planta de fresa?

Cuanto más rápido el sol entibie el suelo en la primavera, mientras más pronto disfrutarás de las fresas recién recogidas.

NA/Photos.com/Getty Images

La primavera trae consigo la suave brisa, el parloteo de las aves y el dulce sabor de las fresas recogidas directamente del jardín. Si el sabor de las fresas parece encarnar el propio sol de primavera, eso es porque ambos tienen mucho qué ver. Las plantas generan azúcares luego de sintetizar la luz del sol, la cual que les da la energía necesaria para producir abundantes cantidades de fruta saturada de azúcares naturales. Las fresas, por lo tanto, crecen mejor a pleno sol.

Necesidad de luz

Como la mayoría de las plantas productoras de frutas, las fresas necesitan estar a pleno sol con el fin de producir una cosecha abundante. Ahora que lo sabes, procura que las tuyas reciban por lo menos ocho horas completas de sol cada día. Cuando plantes fresas, tu principal preocupación debe ser la elección de un sitio con suficiente luz. No debes preocuparte si más adelante ves que la zona recibe mucho sol durante todo el día.

La función de la luz

La luz cumple una función esencial en los ciclos vitales de las plantas. Esto explica por qué querrás que tus fresas tengan acceso a una cantidad de sol adecuada. A diferencia de los animales, las plantas no comen, si no que fabrican energía por sí mismos utilizando la luz del sol para alimentarse en un proceso metabólico llamado fotosíntesis. Durante la fotosíntesis, la planta produce azúcar, la cual utiliza como energía. Por esta razón, las plantas de fresa cultivadas en sitios a pleno sol crecerán más altas y más densas. La luz del sol es muy importante para las plantas frutales en general, ya que les permite también "fabricar" los azúcares necesarios para endulzar sus frutos. Una vez procesados en las hojas, las plantas transportan estos azúcares hasta los frutos. En resumen, menos luz significa menos azúcar y por lo tanto, menos frutas dulces.

Necesidades de suelo

Si ya tienes un sitio listo a pleno sol para tus fresas, enfoca tu atención a la preparación del sitio siguiendo otros métodos que maximicen la cantidad y calidad de los frutos que produce. Si bien las fresas crecen en casi cualquier tipo de suelo, las plantas dan mejores resultados en algunos muy particulares. Lo más importante es elegir un sitio bien drenado. El exceso de agua alrededor de las raíces puede impedir el crecimiento y fomentar la aparición de enfermedades. Para mejorar el drenaje de tu suelo, extiende una buena cantidad de material orgánico como la tierra de composta o el estiércol envejecido sobre las 6 pulgadas (15 centímetros) superiores de suelo. Las plantas suelen comenzar a producir más temprano en suelos ligeros y arenosos, sin embargo, en estos casos suelen presentarse algunos inconvenientes. La producción temprana puede suponer un mayor daño durante la exposición a las heladas. Los suelos arenosos también drenan mucho más rápido que cualquier otro tipo de suelo, lo que significa que tendrás que batallar más para mantener las plantas adecuadamente regadas y fertilizadas.

Necesidades de riego

El agua también es factor decisivo para la fotosíntesis; así que si quieres abundante crecimiento y frutos muy dulces, es necesario que proporciones agua abundante durante la estación de crecimiento. Las fresas necesitan entre 1 1/2 y 2 pulgadas (3,2 y 5 centímetros) de agua por semana durante la estación de crecimiento. Si las lluvias de primavera no se ajustan a las necesidades de tus plantas, tendrás que completar la cuota de agua requerida con riego suplementario.

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