Síntomas del reflujo ácido en perros

Los perros con reflujo ácido pueden estar indecisos en comer.

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El reflujo ácido canino no es un problema grave, es una condición crónica que se debe monitorear durante el transcurso de vida de un perro. Esta condición puede mejorar o empeorar con los años. Diagnosticar el reflujo ácido en perro es difícil porque los mismos síntomas pueden indicar otros trastornos. Vigila a tu perro cuidadosamente y describe los síntomas a tu veterinario, de esta manera podrán hacer pruebas de diagnóstico y prescribir el tratamiento correcto para esta condición en perros.

Comportamiento

Debes conocer el comportamiento normal de tu perro, los cambios de comportamiento muestran señales de enfermedad y alertan a los dueños de que algo no anda bien. Los perros que sufren de reflujo ácido pueden comportarse apáticos y parecer cansados; no pueden mostrar el mismo interés que antes en las actividades diarias y pueden optar por dormir o recostarse en vez de jugar. El reflujo ácido en los perros puede ser exacerbado con actividades intensas, como correr o saltar. Para evitar el dolor, los perros que sufren de reflujo ácido evitan hacer actividades intensas. El reflujo ácido es doloroso a veces: tu perro puede reaccionar a este dolor gritando o llorando mientras o después de que come o al tragar, como consecuencia de quemaduras en la garganta. "The Clinical Textbook for Veterinary Technicians", advierte que los perros que sufren de reflujo ácido pueden inquietarse o enojarse más fácilmente de lo normal y pueden ser agresivos o tener miedo. Un perro que no suele morder podría hacerlo a causa del dolor asociado con el reflujo ácido. Los signos físicos de dolor puede estar presente todo el tiempo o sobre todo después de comer.

Regurgitación y vómito

Los perros con reflujo ácido pueden regurgitar su comida después de comer. No debes confundir esto con los vómitos, la regurgitación ocurre poco después de que se consume la comida, mientras que los vómitos implica alimento que se rechazó desde el estómago. La regurgitación se distingue de vómito por la presencia muy evidente de los alimentos en el contenido de lo expulsado. Los perros con reflujo ácido regurgitan la comida a causa del dolor o el aumento de ácido en el estómago. Otras veces, los perros pueden vomitar saliva, la bilis y el ácido del estómago. "Clinical Anatomy and Physiology for Veterinary Technicians" menciona que los vómitos y la regurgitación pueden causar llagas ulcerosas en la garganta cuando no se tratan.

Ruidos

Un síntoma muy sutil es el ruido del estómago del perro. Al igual que los ruidos de gorgoteo se producen cuando un ser humano experimenta un malestar estomacal, el ruido producido por el estómago de un perro puede ser señal de dificultad en la digestión de los alimentos. A pesar de que los ruidos estomacales no son exclusivos de reflujo ácido, se convierten en posibles indicadores si se acompañan de los otros síntomas, como señaló la "The Veterinarians' Guide to Your Dog's Symptoms".

Apariencia

Los perros con reflujo ácido pierden peso debido a diferentes causas. Cuando tienen este problema pueden perder interés en su comida o intencionalmente evitar los alimentos para evitar el dolor asociado con la condición. Otros perros adelgazan debido a la falta de una nutrición adecuada causada por la regurgitación.

Los perros con llagas o úlceras en la garganta pueden babear moderadamente o en exceso. De acuerdo con "Veterinary Nursing", el cuerpo del perro produce más saliva como medida de protección como reacción para proteger y suavizar la garganta de llagas y úlceras.

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