¿La cerveza se congela en el congelador?

La cerveza tiene una temperatura de congelamiento más baja que la del agua.

Hemera Technologies/PhotoObjects.net/Getty Images

La cerveza contiene mucha cantidad de agua, así como azúcar, alcohol y pizcas de otros ingredientes utilizados en el proceso de elaboración. Como resultado, el agua de la cerveza se congela si dejas la bebida en el congelador. No obstante, lo hará a más baja temperatura que el agua pura.

Ingredientes de la cerveza

Debido a los otros químicos y compuestos de la cerveza, esta se congela a más baja temperatura que el agua. La temperatura exacta varía de una cerveza a la otra, ya que las diferentes marcas tienen distintos niveles de alcohol y las cervecerías usan diferentes ingredientes en sus propios y únicos procesos de producción. Cuanto más alto es el contenido de agua y menor el de alcohol, más rápidamente (y más cerca de los 32 grados [0 grados c]) se congela la cerveza. Por tanto, una cerveza rubia económica de Pilsen se congela más rápido que una cerveza artesanal Bock.

La cerveza en los congeladores

La cerveza se congela en la mayoría de los congeladores. Estos por lo general están fijados por debajo de los 32 grados (0 grados C), lo que causa que el agua dentro de la cerveza forme cristales de hielo y se congele. No obstante, debido a los otros ingredientes, la cerveza tiene un punto de congelamiento más bajo que el del agua; por lo tanto, si se deja en un congelador que ronde los 32 grados (0 grados C), puede no congelarse.

Congelamiento

Cuando la cerveza se congela, las moléculas de agua forman cristales de hielo. Estos excluyen al alcohol, el azúcar y las otras moléculas que contiene la cerveza. Esta bebida está compuesta principalmente, pero no enteramente, por agua; por lo tanto, incluso si la cerveza está en su mayor parte congelada, podrás encontrar algo de líquido dentro de la botella o lata, que tendrá mayor contenido de alcohol que la cerveza descongelada.

Cerveza descongelada

Desafortunadamente, cuando la cerveza congelada se descongela, el agua no se mezcla en forma pareja con los otros ingredientes, resultando en una bebida mucho más aguada. Además, la mayor parte de la efervescencia se disipa en el proceso, dejando la cerveza sin gas (incluso si nunca abriste la lata o botella). Si la bebida cambia de temperatura demasiado rápido, el envase puede romperse o explotar, lo que resulta en un desorden oloroso y pegajoso.

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