Cómo cocinar frijoles blancos

Los frijoles blancos son fáciles de preparar y una increíble fuente de proteínas y de fibra. Es un alimento perfecto para ayudar a prevenir la hipertensión arterial, ya que contiene nutrientes como ácido fólico, cobre, magnesio, triptófano, B1 manganeso, vitamina A y hierro. Puedes recortar el presupuesto alimenticio familiar con frijoles blancos, ya que pueden prepararse en deliciosas comidas principales y complementar sopas y guisos. También puedes usarlos para las salsas y las ensaladas. Además, son de bajo costo, especialmente cuando se los compra a granel.

Step 1

Coloca los frijoles secos sobre una toalla limpia de cocina y separa de ellos las pequeñas piedras y los granos en mal estado. Desecha todo lo que no se parezca a un frijol blanco.

Step 2

Vierte los frijoles dentro de un colador y enjuágalos con agua fría. Luego, colócalos en una sopera o en una olla grande. Agrega 2 ó 3 tazas de agua fría por cada taza de frijoles.

Step 3

Deja la olla dentro del refrigerador con los frijoles en remojo durante toda la noche, o por lo menos por ocho horas. Esto permitirá que se ablanden, lo que ayuda a la digestión y a una cocción más rápida.

Step 4

Vierte los frijoles nuevamente en el colador y enjuágalos otra vez con agua fría. Vuélcalos en la olla y cúbrelos con agua, utilizando la misma proporción del Paso 2. Coloca los frijoles sobre la cocina a fuego alto y llévalos a ebullición. Una vez que el agua esté hirviendo, reduce el fuego para que los frijoles se cocinen a fuego lento. Cubre la olla parcialmente con la tapa.

Step 5

Continúa con la cocción de los frijoles a fuego lento por aproximadamente una hora y media. Prueba su consistencia retirando algunos y degustándolos cuando se hayan enfriado. Escurre los frijoles con la ayuda del colador una vez más y utilízalos de acuerdo a la receta que quieras preparar.

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