Si tu hijo se despierta cada mañana antes de que salga el sol, es posible que no esté teniendo el descanso adecuado y evitando que tengas tu sueño de ocho horas. Aunque tu hijo puede despertar temprano de lo que tu quieres de forma natural, también puedes arreglar su horario de sueño para evitar esas llamadas despertadores tempranas. Si estableces un régimen de sueño consistente, tanto tú como tu hijo tendrán mejores noches de descanso y despertarán sintiéndose refrescados.

Determina si tu hijo se está despertando porque ha dormido lo suficiente, o si se despierta sin haber tenido el sueño adecuado, sugiere Deborah Lin-Dyken, M.D., pediatra experto en trastornos de sueño en "Baby Center". Si tu hijo está durmiendo menos de 11 horas, se ve cansado durante el día o duerme siestas un par de horas antes de levantarse, probablemente no esté durmiendo lo suficiente.

Mantén la habitación lo más oscura posible, incluso en las horas tempranas de la mañana. Es posible que necesites instalar persianas o cortinas en las ventanas de tu hijo para evitar que entre la luz del día. Dormir en una habitación oscura puede contribuir a que tu hijo duerma una o dos horas más.

Instala una luz nocturna programada para que se encienda a la hora en la que quieras tu hijo despierte. Si tu pequeño ve la luz apagada, significa que aún es de noche, dice Dr. Lin-Dyken. Cuando tu hijo ve la luz encendida, significa que es hora de despertar. De esta forma, tu pequeño puede determinar si es, o no, hora de despertar al ver la luz.

Manda a tu hijo a la cama a la misma hora todas las noches, incluyendo los fines de semana, recomienda Ashley Merryman de "New York Magazine". Hacer que tu hijo vaya a dormir temprano en una noche y tarde en otra, es como añadir un jet lag al horario de tu hijo, dice Merryman.

Ajusta la hora de dormir de tu hijo, ya sea más tarde o más temprano. En algunos casos, dormir más temprano puede contribuir a que tu hijo duerma más debido a que puede establecer un patrón de sueño más fuerte temprano en la noche que lo ayudará a mantener un sueño profundo. Si tu hijo está durmiendo lo suficiente, cambia su horario un poco más tarde para ver si puede hacerlo. Mantén la constancia con el nuevo horario de sueño durante varias semanas antes de determinar si es efectivo para tu hijo.