El sueño es un bien muy preciado para los padres de un recién nacido. Después de unos meses, la mayoría de los bebés empiezan a dormir durante períodos más largos de tiempo; aunque algunos permanecen despiertos por la noche durante varios de los muchos años que están por venir. Pese a que los recién nacidos aún no están listos para aprender hábitos de sueño, los padres pueden ayudar a sus hijos a desarrollar costumbres saludables, incluso en su primer año de vida, explica la American Academy of Pediatrics.

Asegura la calidad de las siestas durante el día

Aunque pueda parecer que un bebé que no ha dormido mucho durante el día dormirá más profundamente en la noche, la verdad es que sucede lo contrario. Parents.com señala que los bebés que no duermen lo suficiente durante el día, suelen tener un sueño inquieto e interrumpido, además de que son más difíciles de calmar por la noche. Asegurarte de que tu bebé tenga siestas ininterrumpidas puede ayudarlo a conciliar un sueño más profundo durante la noche. Aunque los recién nacidos aún no tienen un horario de siesta determinado, es bueno que los padres los alienten a disfrutar de varias siestas durante el día para garantizar que satisfagan sus necesidades generales del sueño. Lucile Packard Children's Hospital en Stanford, dice que en total, los recién nacidos deben dormir unas ocho o nueve horas durante el día y también alrededor de ocho o nueve horas en la noche. WebMD explica que típicamente, los bebés tienen alrededor de tres siestas por día al alcanzar los 4 meses, lo cual disminuye a 2 los 6 meses, y luego a 1 cuando son mayores.

Satisface las demandas de energía

Deja que tu bebé esté activo durante el día, pero ayúdalo a relajarse a la hora de ir a la cama. WebMD dice que los padres deben practicar juegos activos con sus bebés durante el día para ayudarlos a quemar energía. Por la noche, todas las actividades deben ser quietas y pacíficas a fin de fomentar el sueño. El Dr. Sears dice que un baño caliente seguido de un suave masaje relajante puede calmar los músculos y ayudar a tu bebé a que tenga un sueño más tranquilo.

Crea un ambiente relajante

Cuando el entorno de sueño de un bebé es acogedor y cómodo, es más probable que se vaya a dormir más rápido y que permanezca dormido por más tiempo. El Dr. Sears recomienda vestir a tu bebé con ropa cómoda que no le haga sentir frío ni calor, además de mantener la habitación oscura mediante la colocación de cortinas oscuras y de reproducir música suave o pistas con ruido blanco a un volumen bajo. Los bebés que tienen problemas para separarse de sus madres pueden beneficiarse mucho al tener en la cuna, un objeto personal de ella como puede ser un suéter o una manta que guarde su olor. Ten cuidado y nunca coloques objetos extraños o peligrosos dentro de la cuna. Si lo haces, te arriesgas a que el niño se asfixie. HealthyChildren.org, un servicio en línea proporcionado por la American Academy of Pediatrics, explica que no hay investigaciones que demuestren que es 100 por ciento seguro poner mantas en la cuna, aunque la mayoría de los expertos coinciden en que es seguro hacerlo a partir de los 12 meses de edad.

Establece una rutina antes de acostarse

Una rutina constante puede ayudar a los bebés a aprender cuándo es la hora de dormir y también darles las herramientas para volver a conciliar el sueño si se despiertan en la noche. WebMD dice que los bebés que tienen una rutina son capaces de irse a la cama más rápido y de dormir mejor, además de que es muy probable que lloren en la noche con menos frecuencia. Una rutina para la hora de acostarse debe incluir las mismas actividades a la misma hora cada noche. Algunas actividades adecuadas que puedes probar es leerle un cuento, darle un baño, cambiarle la ropa por la pijama, amamantarlo o arrullarlo un poco. Las actividades deben ser tranquilas y relajantes para ayudar a tu bebé a descansar del día. Los recién nacidos probablemente no van a responder rápidamente a las rutinas, ya que aún no están listos para adaptarse a los horarios; sin embargo, HealthyChildren.com dice que es posible fomentar la calma y la tranquilidad a través de la alimentación, el cambio de pañales y el arrullo en la cuna cuando están somnolientos pero todavía despiertos.