Debido a que es tan sencilla de transportar, la puedes llevar cuando vayas de viaje. Hacer una buena cuerda para saltar puede ser un proyecto fácil y barato. Es más el arte y la intuición que otra cosa.

Decide el tipo de cuerda para saltar que quieres. Las cuerdas que vienen con peso son más pesadas ​​y hacen más lento el ritmo de los saltos, mientras que las cuerdas de velocidad de salto son más livianas para permitir un ritmo más rápido. La cuerdas para saltar de cuentas te permiten oír cuando golpea con el suelo. El tipo de cuerdas que termines usando dependerá del trabajo que quieras hacer.

Mide la longitud ideal para ti. Una buena cuerda para saltar debe pasar por sobre tu cabeza y los pies sin que se enganchen. Muchos recomiendan una cuerda para saltar que llegue hasta la axila al ponerse de pie sobre ella. Puedes obtener una estimación aproximada de esta distancia poniendo un pie sobre una cinta de medir y y trayéndola hacia la axila. Multiplica esa medida por dos.

Fíjate en la sección de cuerdas de la ferretería local. Pesa las cuerdas en la mano y ve con cuál te sientes cómoda. Toma nota de la textura de la cuerda. Evita las cuerdas gruesas. Las suaves son más fáciles de sostener y menos propensas a causar ampollas, en caso de que optes por no utilizar las manijas.

Si decides hacer una cuerda con cuentas, compra cuentas cilíndricas de plástico de alrededor 1 pulgada de circunferencia. Necesitarás una bolsa de aproximadamente 100 cuentas.

Ata un nudo en un extremo de la cuerda, enhebra las cuentas en la cuerda y ata el otro extremo.

Si usas manijas, inserta la cuerda en el agujero de la punta de la manija y ata un nudo para que se quede en el lugar.