Cómo congelar remolachas

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Las remolachas son un tipo de raíz vegetal que crece en temperaturas frías, especialmente en el otoño y la primavera. Aunque puedes conseguir remolachas enlatadas en las tiendas de comestibles todo el año, éstas no tienen la frescura y sabor dulce de las remolachas de estación. Si quieres disfrutar todo el año de remolachas frescas y sin procesar, puedes congelarlas. Las remolachas guardan mucha de su textura y sabor si las preparas correctamente con anticipación y haces un uso adecuado de la técnica de conservación por congelación.
Step 1
Coloca 1 o 2 libras (453 o 907 gr) de remolachas frescas bajo el chorro de agua. Limpia el exterior de las remolachas con un cepillo de fregar de plástico o nailon para aflojar cualquier suciedad, y luego enjuágalas a conciencia. Sécalas ligeramente con una toalla de papel limpia.
Step 2
Coloca las remolachas en una tabla de cortar. Corta las puntas de los tallos de hojas verdes en posición horizontal, asegurándote de dejar intacta alrededor de 1/2 pulgada (1,2 cm) del tallo. Si las remolachas son de diferentes tamaños, hay que separar las remolachas pequeñas en un montón y las medianas y grandes en otro, debido que tienen diferentes tiempos de cocción según su tamaño.
Step 3
Llena una olla grande con aproximadamente 3 tazas de agua y enciende tu estufa a fuego alto. Calienta el agua hasta que empiece a hervir, y a continuación coloca con delicadeza las remolachas medianas y grandes en el agua hirviendo. Deja que se calienten durante 20 minutos y después agrega las remolachas pequeñas.
Step 4
Hierve todas las remolachas por cerca de 25 minutos o hasta que se hayan suavizado. Llena un recipiente grande con agua fría y transfiere las remolachas hervidas directamente al agua, de manera que se enfríen de inmediato y dejen de cocerse. El enfriamiento repentino también ayudará a conservar el rico color de las remolachas.
Step 5
Saca las remolachas del agua fría una vez que se hayan enfriado por completo. Arrastra un mondador de vegetales con ligereza a través de su superficie para remover la piel, y luego corta los tallos. Corta las remolachas en trozos de tamaño uniforme de cerca de 1/2 pulgada (1,2 cm) de ancho.
Step 6
Transfiere los trozos de remolacha al fondo de una bolsa de plástico para congelador de un galón (3,79 l) de capacidad. Exprime todo el exceso de aire de la bolsa y ciérrala bien. Guarda las remolachas en el congelador por un máximo de seis meses para disfrutar de mejor sabor y textura.
Referencias
Consejos
- Descongela los trozos de remolacha y ásalos en el horno hasta que estén tiernos. El calor derretirá los azúcares naturales de la remolacha y les dará un sabor aún más dulce y sabroso.
Advertencias
- No olvides el baño de agua fría ni transfieras las remolachas al congelador mientras estén tibias, ya que el cambio drástico de temperatura hará que las remolachas no se congelen de manera uniforme.
Sobre el autor
Allison Boelcke graduated from Indiana University with a bachelor's in English and a minor in psychology. She worked in print journalism for three years before deciding to pursue Internet writing. She is now a contributing web writer for Demand Studios and Conjecture Corporation.
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