Cómo congelar damascos
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Los damascos son pequeñas frutas color naranja pálido cubiertos con una ligera pelusa. Si tienes una cantidad excesiva y no podrás comerlos antes de que se echen a perder, puedes conservarlos para otro momento. Los damascos comúnmente se secan o se envasan en conservas y se comen como bocadillos, pero puede ser difícil usarlos sin un equipo extra y experiencia. Esta fruta es lo suficientemente resistente como para soportar la congelación sin perder su textura. La congelación no requiere ningún equipamiento y unos pocos ingredientes extra, pero se necesita algo de preparación para evitar que se tornen marrones cuando son expuestos al frío.
Step 1
Llena una cacerola con 3 tazas de agua. Incorpora 1 taza de azúcar blanco granulado y 3/4 de cucharadita de ácido ascórbico en polvo.
Step 2
Enciende la cocina a fuego máximo. Calienta la mezcla hasta que comience a hervir y el azúcar y el ácido ascórbico hasta disolver completamente en el agua y formar un almíbar. Apaga el fuego y coloca el almíbar a un lado para que se enfríe a temperatura ambiente.
Step 3
Inserta la punta de un cuchillo de pelar justo por debajo de la piel del damasco y luego arrastra el cuchillo para retirar la piel. Continúa el proceso para quitar toda la piel, luego corta cada damasco por la mitad y retira el carozo. Corta las frutas en rodajas finas y uniformes.
Step 4
Acomoda las rodajas de damascos en una capa delgada en el fondo de un recipiente hermético. Transfiere el almíbar al envase y viértelo hasta que llegue aproximadamente a 1/2 pulgada (1,25 cm) del borde. Acomoda las rodajas de damasco para que queden completamente cubiertas por el almíbar.
Step 5
Usa tu mano para presionar suavemente las rodajas de damascos hacia el fondo del recipiente. Acomoda suficiente papel manteca dentro del recipiente y úsalo para cubrir los damascos y evitar que floten.
Step 6
Asegura la tapa del recipiente ajustadamente. Transfiere al congelador y guárdalos por aproximadamente tres meses para mejores resultados. Descongela los damascos en el refrigerador antes de usarlos.
Referencias
Consejos
- Compra ácido ascórbico en polvo en el supermercado, donde están los ingredientes y equipos para hacer conservas.
- Usa los damascos descongelados para rellenos de postres o cubiertas en lugar de consumirlos como bocadillos, ya que podrían haberse ablandado durante la congelación.
Advertencias
- Si no usas el ácido ascórbico en polvo, es más probable que los damascos se tornen marrones en el congelador.
- No dejes los damascos en el congelador por más de tres meses porque perderían su sabor y su textura.
Sobre el autor
Allison Boelcke graduated from Indiana University with a bachelor's in English and a minor in psychology. She worked in print journalism for three years before deciding to pursue Internet writing. She is now a contributing web writer for Demand Studios and Conjecture Corporation.
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