Diferencias entre las bromas y las burlas

Las bromas pueden ser livianas para compartir, mientras que las burlas pueden humillar y degradar a una persona.

BananaStock/BananaStock/Getty Images

En los últimos años, las muertes de los jóvenes en tiroteos en las escuelas altamente publicitados y suicidios de adolescentes se han atribuido en parte a las burlas e insultos de los matones. Los adultos también pueden ser verbalmente abusivos con otros en áreas como el lugar de trabajo. El educador anti-matones Mike Dreiblatt dice que cuando las escuelas tratan de lidiar con la intimidación, tienden a definir las bromas como lo mismo que burlas, aunque estos comportamientos son diferentes en muchas maneras.

Diferentes motivos

Una persona que hace bromas y un matón que se burla de los demás tienen razones muy diferentes para su conducta. Cuando una persona juguetona hace una broma, la persona puede tener la intención de aligerar un estado de ánimo de una manera inteligente, alegre y divertida. La broma no pretende hacer daño a la persona de destino y la persona que la hace respeta su dignidad al no ponerlo en vergüenza ni humillarlo. Un matón, por otro lado, utiliza deliberadamente las burlas para perturbar a otro individuo. Las palabras del matón están destinadas a ser humillantes, degradantes y crueles a su víctima.

Tono: bromas versus burlas

Cuando una persona toma el pelo, habla en un tono de voz afectuoso, utilizando la repetición, rima y la exageración para señalar que ella realmente no quiere decir lo que dice. La persona que hace bromas puede imitar la voz aguda de la persona quejosa y añadir gestos no verbales, por ejemplo. Sin embargo, un matón, se burlaría de un individuo en un tono enojado o sarcástico de la voz. Cuando un matón imita a una persona quejumbrosa, deliberadamente ataca la autoestima de su objetivo, añadiendo lenguaje corporal agresivo como sonriendo, virando los ojos o moviendo la cabeza.

Dos lados versus un lado

Cuando alguien hace una broma a otra persona, ambos comparten la risa que les lleva a una relación más estrecha y más fuerte. Ambas partes pueden hacer bromas el uno del otro, en ambas direcciones y dejar las bromas si alguien objeta las observaciones o se vuelve molesto. Un matón, por otro lado, tiene una relación unilateral con su víctima al tratar de dominar y controlarla. Un matón siente que puede decir lo que quiera, pero a su víctima no se le permite hablar. No dejará de burlarse, incluso si la persona objetivo se molesta y se opone a las burlas. Los espectadores pueden reírse de las burlas, pero no la víctima.

Relaciones versus control

La persona que toma el pelo y el blanco son a menudo buenos amigos que se llevan bien entre sí. Las bromas son sólo una pequeña parte de su relación. Un matón no tiene una relación personal con la víctima y utiliza las burlas para ridiculizar, humillar y dominar a su víctima. La burla está destinada a hacer que la víctima tema al futuro matón.

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