Más artículos
Cómo limpiar un horno con amoníaco

Pamela Follett/Demand Media
El queso carbonizado de una pizza o el desbordamiento de un pastel de calabaza pueden recordarte que todavía están allí cada vez que uses tu horno, convirtiéndose en mugre pegada. Limpiar un horno es un trabajo desagradable que muchas personas posponen. Usar amoníaco como limpiador de hornos es una opción que puede llegar a ser una solución simple para tratar la grasa acumulada y dura de un horno sucio.
Prepara el horno eléctrico
Elige un buen día para que puedas abrir todas las ventanas de tu casa para proporcionar una ventilación adecuada durante y después de la limpieza. El amoníaco es un producto de limpieza cáustico y sus vapores pueden ser abrumadores en un cuarto cerrado. Precalienta el horno a 150 grados F (65° Celsius). Mientras que el horno se está calentando, coloca una olla de agua a hervir. Una vez que el horno haya alcanzado 150 F (65° Celsius), apágalo. Vierte media taza a una taza de amoníaco en un tazón que se pueda calentar y colócalo en la parte superior del horno. Coloca la olla de agua hirviendo en la rejilla inferior. Cierra la puerta del horno, dejando la taza de amoníaco y la olla de agua en el horno durante la noche.
Al día siguiente
A la mañana siguiente, abre el horno y retira tanto la taza de amoníaco como la olla de agua. No deseches el amoníaco, lo puedes usar después. Quita las rejillas y deja la puerta abierta para que se ventile durante 15 minutos. Añade unas gotas de detergente líquido en el amoníaco, junto con 1/4 de galón (0,9 l) de agua tibia. Usa unos guantes de cocina, ya que el amoníaco puede ser cáustico para la piel. Extiende algunos periódicos en el suelo. Usa una esponja de nailon sumergido en la mezcla de amoniaco, comienza a limpiar la grasa y la suciedad reblandecida a lo largo de los lados y el fondo del horno. Debe ser un trabajo bastante fácil en este punto. A las manchas obstinadas de suciedad que no se hayan ablandado por completo, intenta aplicarles amoniaco sin diluir y espera unos 30 minutos, luego límpialas con la esponja de nailon enjuagada. Enjuaga las paredes del horno con frecuencia para reducir el olor a amoníaco. La junta de la puerta del horno no se debe limpiar con una solución de amoniaco u otro detergente, limpiar la junta con un paño suave y seco para evitar dejar residuos químicos que podrían degradar el material de la junta.
Rejillas del horno
Lava las rejillas del horno ligeramente sucias en el fregadero con agua caliente y con la solución de amoníaco/detergente. A veces las rejillas del horno pueden ser particularmente difíciles de limpiar. Si siguen sucias incluso después del tratamiento con amoniaco durante toda la noche, trata de ponerlas en una bolsa de basura grande y oscura. Vierte media taza de amoníaco en las rejillas dentro de la bolsa, ata el cuello de la bolsa y pon la bolsa afuera durante unas horas. Vuelve a meter las rejillas, lávalas en el fregadero y límpialas con un trapo.
Advertencias
No utilices amoniaco para limpiar un horno de gas. Nunca mezcles amoniaco con otros productos de limpieza fuertes, como lejía o limpiadores de hornos comerciales.
Más artículos
Cómo sacar las quemaduras de grasa de las rejillas de una estufa→

Cómo eliminar el olor a cigarrillo de tu casa→

Cómo limpiar las rejillas de hierro fundido de las cocinas→
Cómo cocinar un buen filete de salmón→

Cómo eliminar del horno los vapores de los limpiadores de horno→

Cómo quitar el moho del burlete de la puerta del refrigerador→

Referencias
Créditos fotográficos
Pamela Follett/Demand Media