Instrucciones de cómo limpiar un horno de convección

Los chefs profesionales utilizan este tipo de hornos.

Thomas Northcut/Digital Vision/Getty Images

Aquellas personas buscando una alternativa de bajo consumo en gas, de un horno estándar a menudo recurren a los hornos de convección. Más rápido y económico que su contraparte convencional, el horno de convección utiliza ventiladores que empujan el aire caliente a través del área de cocción. Esto permite que los alimentos se cocinen uniformemente y a menor temperatura, mientras reduce los tiempos de cocción en un promedio del 30%. No sólo ahorra en electricidad sino que las temperaturas consistentes hacen de la preparación exitosa de platillos, como los soufflés, menos difíciles. Estos hornos requieren limpieza regular para alcanzar su máximo rendimiento.

Step 1

Corta tres o cuatro limones en rodajas y colócalas en el tazón para microondas. Agrega suficiente agua para cubrir la fruta. Coloca el tazón dentro del horno de convección y coloca la temperatura a 350º F (177º C). Cierra la puerta y deja que el horno se caliente por 30 minutos, luego apaga el calor. Deja el tazón dentro y espera a que el horno se enfríe. El ácido en el jugo del limón ayuda a ablandar cualquier derrame y facilita la eliminación de residuo grasoso.

Step 2

Abre la puerta del horno y verifica que el interior esté lo suficientemente frío para tocarlo, antes de limpiarlo. Retira el tazón y desecha los limones. Saca las rejillas y colócalas a un lado. Limpia el interior con un trapo o una esponja limpia, limpiando la grasa y suavizando los depósitos de comida.

Step 3

Vierte 1/4 de taza de bicarbonato de sodio en un tazón pequeño y agrega suficiente agua para crear una pasta espesa. Aplica la plasta en cualquier área con comida o desechos restantes. Deja que el bicarbonato repose por 30 minutos y luego restriégalo suavemente con un cepillo de dientes antiguo. Enjuaga cualquier residuo en el interior del horno, limpiándolo con un trapo húmedo y limpio.

Step 4

Lava las rejillas en agua caliente y enjabonada. Restriega cualquier residuo de comida rebelde con un estropajo. Deja que las rejillas se sequen al aire libre y luego regrésalas al horno.

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