Monóxido de carbono

Para que el gas se queme de forma correcta, requiere de la cantidad apropiada de aire. Si no llega suficiente aire a la llama de gas natural, podrás oler un olor a gas quemado. Además, la falta de aire en la llama aumenta la probabilidad de que la estufa produzca monóxido de carbono. El monóxido de carbono es inodoro, insípido e invisible. La única manera de detectarlo es con un detector para tal fin. Estos detectores son similares a los de humo y se instalan de la misma manera.

Depósito blanco

En ocasiones, un depósito blanco con la consistencia de hollín o polvo se forma alrededor de un piloto. Esto ocurre frecuentemente como causa de los subproductos del gas natural, un alto nivel de azufre en el gas o un piloto que está demasiado alto. Además, estos depósitos pueden dejar gas quemado u otro olor desagradable en el aire circundante. Para ayudar a reducir este olor, limpia regularmente el depósito blanco de los pilotos.

Quemado

Los nuevos aparatos de gas requieren de un "quemado" de grasa y aceites que quedan del proceso de fabricación. El manual del propietario de tu nueva estufa de gas te proporcionará la técnica para ello. Por lo general, puedes quemar los residuos girando el horno hasta los 400 grados y dejarlo actuar durante 30 minutos. Durante este tiempo, mantén las ventanas abiertas para ayudar a ventilar los humos. Después de que el tiempo haya pasado, apágalo y ábrelo.

Fuga de gas

Si sospechas que tu estufa o líneas de gas tienen una fuga, sal de inmediato de la casa y llama a tu compañía de gas local. Según Richmond Utilities, en caso de duda, sal y saca a tu familia de la casa y contacta la compañía de gas.

Encendedor del piloto

Una causa común de un olor a gas o gas quemado es el resultado de un encendedor de piloto dañado. Estos encendedores son comunes en los aparatos de gas natural, incluyendo hornos, calentadores de agua y estufas. Cuando el olor a gas proviene de la estufa, busca el encendedor. Por lo general, puedes encontrar uno en el interior del horno abriendo el asador. Además, la mayoría de las estufas tienen dos encendedores para los quemadores, los cuales se encuentran entre cada conjunto de quemadores. Para llegar a ellos, levanta la tapa superior de la estufa. Si alguno de los encendedores está dañado, enciéndelos con un fósforo.