Cómo plantar un ciruelo a partir de semilla
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Los ciruelos no son difíciles de cultivar a partir de semillas. De hecho, para la mayoría de las personas, el problema más grave son las ardillas que desentierren las semillas que plantaste. No obstante, este problema puede solucionarse.
Step 1
Recoge las semillas de ciruelo de la fruta que compraste u obtuviste de un árbol. Si es posible, recolecta las semillas de árboles que crecen en tu área local. Deja que las semillas se sequen por una semana o dos.
Step 2
Elige un lugar soleado que tenga buen drenaje y suelo margoso. La arena pura o barro duro no son buenos para cultivar ciruelos. Arregla el suelo si es necesario. No hace falta ningún fertilizante especial.
Step 3
Afloja el suelo por una profundidad de al menos un pie (30 cm). Planta las semillas 4 pulgadas (10 cm) de la superficie después que haya pasado el peligro de heladas. Riega suavemente con un rociador. Riega durante 10 minutos temprano a la mañana y por 10 minutos a la noche durante los primeros 3 días. Después de eso, riega por 10 minutos temprano a la mañana día por medio durante dos semanas; luego reduce el riego a dos veces por semana, a menos que las condiciones climáticas sean demasiado cálidas. Mantén el suelo húmedo, pero no turbio.
Step 4
Con malla de alambre y postes de madera, construye un domo de 1 pie (30 cm) por 1 pie (30 cm) sobre cada semilla. No es necesario que el domo sea bonito; el objetivo es evitar que las ardillas y otros animales pequeños desentierren las semillas.
Step 5
La brotación debería surgir dentro de las tres semanas. A los dos meses, comienza a utilizar el fertilizante Miracle Grow Fruit Tree siguiendo las instrucciones de la caja. No fertilices de más. Mantén el domo con malla de alambre en su lugar hasta que el árbol mida al menos 6 a 8 pulgadas (15 a 20 cm) de altura. Cuando tenga 2 años, plántalo en el lugar definitivo; cuando realices el trasplante, cava con cuidado el cepellón entero.
Consejos
- Utilizar un fertilizante en barra, en vez de uno líquido, puede facilitar el trabajo y liberar dosis más pequeñas, pero más consistentes, de nutrientes al árbol.
- No riegues de más. Mantén el suelo húmedo, pero no demasiado mojado. Demasiada agua puede evitar que el oxígeno llegue a las raíces y esto puede matar a tu árbol.
Sobre el autor
Larry Parr has been a full-time professional freelance writer for more than 30 years. For 25 years he wrote cartoons for television, everything from "Smurfs" to "Spider-Man." Today Parr train dogs and write articles on a variety of topics for websites worldwide.
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