Algunos profesores pueden ser acusados de tener expectativas poco realistas. En este escenario, los estudiantes a menudo tienen dificultades o incluso pueden dejar de intentar. La línea entre la motivación y el desánimo puede ser muy delgada. Los profesores deben encontrar un equilibrio entre el establecimiento de altas expectativas e infundir confianza en sus estudiantes. Si se hace correctamente, los profesores pueden desafiar a los estudiantes, empujándolos a alcanzar su máximo potencial.

Estar a la altura del desafío

Los estudiantes suelen trabajar tan duro como tú esperas que lo hagan. Si un maestro está satisfecho con el esfuerzo parcial, entonces un estudiante realiza un esfuerzo mínimo. Al elevar las expectativas, la clase se levanta para enfrentar el reto. Los profesores tienen que impulsar a los estudiantes para que puedan alcanzar su pleno potencial. Al establecer expectativas más altas, los estudiantes tienen un objetivo por el cual trabajar. Una vez que un corredor cruza la línea de meta, se detiene, del mismo modo, cuando un estudiante domina una clase con demasiada facilidad, deja de trabajar.

El aprendizaje es contagioso

Establece retos para los estudiantes para involucrarlos rápidamente. Deben ser estudiantes activos para tener éxito. Los estudiantes comenzarán a trabajar en colaboración en un ambiente de clase desafiante. Cuando los alumnos comienzan a trabajar más duro, los otros se motivan y solicitarán la ayuda de sus compañeros. Un aula de personas se convierte en una comunidad de aprendizaje. Los profesores pueden facilitar esta participación a través de extensos proyectos y presentaciones de grupo.

Infundir confianza

Cuando los profesores empujan a sus estudiantes sin desanimarlos, comienzan a construir su confianza. Si los maestros creen que sus estudiantes puedan alcanzar la grandeza, los estudiantes creerán esa idea. Muchas veces, los estudiantes dejan que la inseguridad y la ansiedad tomen el control de su éxito académico. Los maestros, a través de expectativas realistas pero altas, pueden ayudar a los estudiantes a superar inseguridades y convertirse en estudiantes exitosos. La confianza no se puede construir en un ambiente que un estudiante sabe que no es desafiante.

Preparar a los estudiantes

La vida presenta desafíos constantes, al igual que los que se enfrentan los estudiantes a medida que avanzan de grado. Cada año las expectativas sobre los estudiantes aumentan. Si los estudiantes han tomado un curso en el que no fueron desafiados adecuadamente, los ajustes que se deben hacer para la próxima clase a menudo pueden llegar a ser abrumadores, e incluso pueden conducir al fracaso. Cuando los maestros establecen altas expectativas, los estudiantes se acostumbran al rigor y se adaptan a los nuevos retos con mayor eficacia. Aprender a empujarse prepara a los estudiantes para la vida después de la escuela también.