Cómo preparar una cola de langosta
La cola es una de las partes más sabrosas de la langosta y constituye la parte más carnosa de este marisco. En la gastronomía, existe una gran variedad de formas de prepararla.
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El modo en que se prepara una cola de langosta depende de una variedad de factores. Si estás utilizando colas congeladas, necesitarás descongelarlas primero, ya sea en el refrigerador durante varias horas o en el microondas durante algunos minutos. Si utilizas una langosta fresca, es decir, viva, deberás matarla, quitarle la cola y prepararla con el método que prefieras. La mayoría de las personas prefieren cocinar la langosta entera, ya que las pinzas también contienen carne muy sabrosa.
Las colas pueden ser hervidas, horneadas, asadas, cocidas al vapor o grilladas. Cada método posee virtudes y todos son igual de sencillos. Tradicionalmente, las langostas se hierven, pero todas las formas mencionadas son buenas. Estos métodos no requieren extraer la cola del caparazón, pero si planeas cocinarlas en la parrilla o asarlas, es aconsejable cortar la longitud de la capa inferior del caparazón. Esto ayudará a evitar que la carne se seque y permitirá una cocción pareja.
Para lograr un hermoso efecto de "coliflor" en la cola de tu langosta, toma un par de tijeras afiladas y corta desde el centro hasta la parte superior del caparazón de la cola. No cortes toda la sección. Detente cuando llegues al final de la cola. Con suavidad, separa el largo del caparazón para abrirlo. Luego, utiliza tus dedos y pulgares para separar la carne. El objetivo es separar la carne pero mantener la cola intacta y entera. Al llegar a la parte final de la cola, simplemente tira de ella (de todos modos quedará adherida al caparazón por su base)y apóyala por encima del caparazón. Si quieres, puedes recortar el sector rasgado de la cola. Sazona y asa la pieza.
Sazonar la cola puede ser muy útil para aumentar el sabor cuando asas esta parte de la langosta. Puedes pincelar la carne con mantequilla y estragón, sal, pimienta u otras especias. La carne de estos mariscos se seca facilmente, de modo que debes utilizar la mantequilla para mantenerla húmeda mientras se cocina. Recuerda que el tiempo de cocción de esta carne es muy corto.
Referencias
Consejos
- Prueba todos los métodos de cocción para determinar cuál es tu favorito.
Advertencias
- Cocina la langosta hasta que la carne se torne opaca. Un exceso de cocción provocará que la carne se ponga dura.
Sobre el autor
Mary Duffy is a freelance writer and columnist specializing in arts, literature, cooking, and green living. She holds a Bachelor of Arts degree in liberal arts from St. John's College and lives and works in Tennessee.