Step 1

Agrega 1 cucharada de champú para bebé o acondicionador para el cabello a 1 cuarto de galón (1 l) de agua y mezcla todo en un tazón o cuenco grande. De acuerdo con la revista "Real Simple", esta solución ayuda a relajar las fibras del rayón, así como las de otras telas, que se han encogido. Ten en cuenta que el rayón es un material sintético, por lo tanto, es más difícil de estirar que el algodón o la lana, que tienen un tejido más flexible.

Step 2

Coloca la prenda de rayón encogido dentro del tazón de agua y déjala en remojo durante unos minutos. A continuación, retírala del agua y apriétala suavemente para eliminar el exceso de agua.

Step 3

Extiende la prenda hasta alcanzar su forma y tamaño originales. Si está demasiado rígida, utiliza un poco de vapor (de una plancha, por ejemplo) para que se suavice y sea más fácil de estirar. Déjala sobre una toalla limpia o cuélgala en un tendedero o gancho de ropa para que seque. Mantén la prenda estirada mientras se está secando para asegurar de se quedará así. Es posible que necesites asegurar los bordes con pinzas para ropa o con un objeto pesado.

Otra opción es trazar un esbozo de la forma original de la prenda en un pedazo de papel grueso o cartón. Luego, estira la prenda para que se ajuste al contorno, ponla sobre el papel y asegura los bordes con objetos pesados ​​para que la tela se mantenga en su lugar.

Step 4

Aplica más vapor a la prenda si una vez que ha secado no recupera su forma original. Luego, estira suavemente y pon a secar colgando o sobre una superficie plana. Llegado este punto, tu prenda debería haber recuperado su forma. Si no es así, repite los pasos la próxima vez que vayas a lavarla, esperando que en ese momento la técnica resulte y tu prenda recupere su forma y tamaño originales.