Step 1

Remueve las finas alas y las vainas de las semillas blancas de moringa. Descarta las que estén decoloradas.

Step 2

Muele las semillas a polvo usando un mortero, o usa la parte trasera de una cuchara y tritúralas en una taza de té. Necesitarás aproximadamente una botella de refresco de dos litros llena de semillas para limpiar cinco galones (18,95 lts) de agua sucia. Cuanto más sucia esté el agua, más polvo de semillas necesitarás.

Step 3

Agrega una pequeña cantidad de agua limpia al polvo de semillas para formar un pasta. Coloca la pasta en una botella de refresco limpia de dos litros. Agrega una taza de agua limpia y agita la botella durante cinco minutos. Esto activa a las semillas.

Step 4

Filtra el contenido de la botella de refresco con un paño de algodón a un balde de cinco galones (18,95 lts) que contenga agua sucia y revuelve rápidamente durante dos minutos con una cuchara de madera. Continua revolviendo más lentamente durante otros 15 minutos adicionales.

Step 5

Deja de revolver y permite que el contenido del balde se asiente durante una hora. Al final el agua debería verse casi completamente limpia.

Step 6

Con cuidado, vierte los cinco galones (18,95 lts) de agua limpia a través de un paño de algodón nuevo y limpio en otro recipiente. Ten cuidado de no mover el sedimento del fondo del balde, vierte solo el agua limpia.

Step 7

Hierve el agua limpia como una precaución adicional, porque las semillas de moringa pueden no matar a todas las bacterias del agua.