Nitrógeno

Los durazneros necesitan un fertilizante con más cantidad de nitrógeno a medida que maduran. Durante los primeros años no se producen frutos y este es el momento en el que el árbol precisa formar brotes terminales para fructificar más adelante. El nitrógeno es el responsable del crecimiento foliar y leñoso. Se aplica a comienzos de invierno y puede ser en forma comercial, compost o estiércol. En zonas de heladas tardías, el nitrógeno debe dividirse en una aplicación de fines de invierno y, si se forman frutos, otra a mediados de primavera.

Potasio

El potasio es el segundo nutrientes en importancia que precisa un árbol frutal. Este juega participa en la formación de raíces y se acumula ampliamente en los frutos. En dosis grandes, puede lixiviarse a sistemas de agua y acumularse. Es común encontrar deficiencias de potasio en árboles frutales. El potasio es la tercera letra de fertilizantes estándares y su cantidad debe ser al menos la misma que la de nitrógeno (representado por el primer número). El fertilizante elegido debe verse como 12-5-12 o incluso 12-12-12, el cual es considerado un producto balanceado.

Zinc

Los durazneros suele exhibir síntomas de deficiencia de zinc. Expertos de la Universidad Estatal de Oklahoma recomiendan dos a cuatro aplicaciones de zinc en la primera mitad de la estación de crecimiento. Los niveles altos de fósforo en el suelo reducen la disponibilidad de zinc. La deficiencia de este nutriente provoca un retraso en el crecimiento, especialmente a nivel foliar. La tasa recomendada de aplicación es de 3 a 5 libras (1,4 a 2,7 kg) por cada 100 galones (378 litros) de agua, lo suficiente para un huerto. Un jardinero doméstico precisará reducir considerablemente esta cantidad y consultar el envase del producto para ver las instrucciones.