Cómo hacer vino de fresa casero

Las fresas agregan un dulzor afrutado al vino.

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Las fresas dulces y jugosas son un distintivo del verano. El vino de fresa casero conserva la bondad de la baya de verano en una deliciosa bebida. Hacer vino afrutado es un proceso sencillo que sólo requiere de paciencia, una olla grande y a algunos amigos para compartir la cosecha.

Step 1

Blanquea las fresas para retener su color rojo brillante. Coloca unas pocas fresas de a una a la vez en un olla grande con agua hirviendo. Hiérvelas durante 15 segundos antes de retíralas con una cuchara con ranuras. Déjalas a un lado para que se enfríen.

Step 2

Tritura las fresas con un machacador de patatas. Mézclalas con cuatro tabletas en base a sulfuro para remover el cloro de la mezcla e inhibir el crecimiento del moho. Añade una libra (450 gramos) de azúcar por cada libra (450 gramos) de fresas que estés utilizando. Mezcla las fresas junto con unas 15 pintas (7,05 litros) de agua y déjalas a un lado.

Step 3

Disuelve la levadura de vino en agua caliente. Luego agrégala a la mezcla de fresas machacadas. Deja la mezcla en un recipiente abierto a 70 °F (21 grados centígrados) durante tres a cuatro días. Ocasionalmente revuelve la mezcla de fresas.

Step 4

Forra un colador grande con un paño para queso. Coloca el colador sobre una olla o bol. Vierte la mezcla de fresas en la olla, colando las partículas a través del paño para queso. Fermenta el vino durante cinco a 10 días.

Step 5

Viértelo en botellas y mantenlo a una temperatura inferior a 60 °F (15,5 grados centígrados). El vino de fresas no se añeja bien, así que deberías beberlo como un vino nuevo lo más pronto que puedas.

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