Actividades divertidas para que los niños digan la verdad

Enseñar a los niños la honestidad a una edad temprana es muy importante.

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Uno de los objetivos de criar a los niños y de su enseñanza es formarlos, no sólo en lo académico, sino también para inculcar los rasgos positivos del carácter. Todos los niños se enfrentan a la tentación de estirar la verdad de vez en cuando, por lo que los adultos pueden utilizar las actividades que son divertidas, mientras enseñan los principios de la honestidad.

Botón, botón: ¿Quién tiene el botón?

Un botón u otro objeto pequeño servirán para este juego.

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Este es un juego antiguo que se puede utilizar para enseñar la honestidad de una manera divertida. Un adulto debe elegir a un niño para ser "eso", mientras que los otros niños se reúnen en un círculo. La persona que es "eso" cierra los ojos. Un botón u otro objeto pequeño se transmite de persona a persona hasta que pasa una cantidad de tiempo. El adulto puede establecer un temporizador o un poco de música para pasar el tiempo y el botón. Cuando la persona que es "eso" abre los ojos, el grupo dice: "Botón, botón: ¿Quién tiene el botón?" mientras que todos pretenden ocultar el botón en sus manos. La persona que es "eso" entonces debe adivinar quien tiene el botón. La persona con el botón puede tomar un turno para ser "eso" la próxima vez. Si bien este juego parece simple diversión, hay un deseo en algunos niños de mentir cuando esconden el botón y la persona que es "eso" lo adivina. Sienten como que están atrapados, aunque sea solo diversión. Los adultos pueden enseñar por qué todos tienen que decir la verdad y para que se mantenga el juego divertido para todos.

Cuentos chinos

Relata al niño una historia con exageraciones y observa a ver si pueden identificar las mentiras.

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Los padres pueden usar esta actividad en cualquier momento y aunque parece que sólo es una historia divertida, puede enseñar a los niños que no decir la verdad, o exagerar los hechos en una historia puede sonar tonto para alguien más. Elige un evento que ocurrió mientras estabas con el niño y conviértela en una historia. Por ejemplo, puedes contar una historia de cómo se fueron de campamento el verano pasado. Al contar la historia, inserta cinco mentiras o exageraciones en la historia. Puede ser cualquier cosa desde encontrarse con un oso, a cambiar el color de la carpa. Ve si el niño puede averiguar los cinco hechos que no son verdad en la historia.

El Departamento de Educación de los Estados Unidos en "El éxito académico de mi hijo" sugiere tener una conversación acerca de cómo se siente un niño amigo de otro que dice mentiras y si confiaría en ese amigo en el futuro. Esta actividad es una forma efectiva para que los niños escuchen cómo le suena un cuento a los demás y darse cuenta de que aquellos que exageran la verdad no puede ser dignos de confianza.

Leer libros

Muchos libros tienen un mensaje oculto sobre la honestidad.

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Uno de los muchos beneficios de la literatura infantil es su capacidad de enseñar un concepto o un rasgo de carácter de una manera divertida e interactiva. Hay muchos libros que cuentan historias acerca de decir la verdad y algunos incluso pueden estar en la estantería de tu casa. La Guía infantil de libros recomienda varios títulos que tienen que ver con este tema: "Edwurd Fudwupper mintió mucho", de Berkeley Breathed "Los ositos Berenstain y la verdad", de Stan y Jan Berenstain " La promesa de Pinky: un libro acerca de decir la verdad" por Braver Vanita "Los ositos Berenstain y la nota de excusa" por Stan y Jan Berenstain "Ruthie y la (no tan) Teeny Tiny" por Laura Rankin

Los clásicos como "El niño que gritaba lobo" y "El traje nuevo del Emperador" también son historias que enseñan una lección de honestidad.

Ver videos

Un video de vez en cuando con una lección significativa puede ayudar a enseñar la honestidad.

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La mayoría de los niños disfrutan viendo la televisión, limitar el tiempo delante de la pantalla es sabio y además los padres y los educadores pueden utilizar el tiempo que están mirando televisión para reforzar las lecciones de honestidad y decir la verdad. "Pinocho" es una película clásica de Disney en la que la nariz del muñeco crece cada vez que dice una mentira. A pesar de sus intentos de negar su deshonestidad, Pinocho se entera de que lo mejor es decir la verdad desde el principio, antes de que las cosas se pongan complicadas. Los dibujos animados VeggieTales tiene varios videos de carácter. Otra serie de dibujos animados que se esfuerza por impartir educación de personalidad es 3-2-1 Penguins. "Amenaza en la Luna por el Planeta que dijo una mentira", enseña la lección de ser veraz en una forma divertida.

Juegos consecuencia

Crea un juego divertido con papel, lápiz e imaginación.

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El "Pictionary" es un juego al que los niños les encanta jugar y es fácil llegar a una versión que se aplique a todo lo que un adulto está tratando de enseñar. En este caso, los adultos pueden crear muchas tarjetas que muestran los casos en que el niño tendrá que tomar una decisión sobre si va a decir la verdad o no. Por ejemplo, escribe en las tarjetas situaciones como "la taza rota", "charco en suelo de la cocina", "abolladura en el coche", o "agujero en jeans". Formen dos equipos y por un lado está el equipo de dibujo y en el otro, el equipo de adivinanzas. Establece un temporizador de 30 segundos para ver si pueden adivinar la imagen en esa cantidad de tiempo. Una vez que el equipo adivina la imagen, es muy fácil tener una breve discusión acerca de la imagen. Se pueden hacer preguntas como "¿Qué crees que le pasó a la taza?" o "¿Cuál debería hacer el niño que rompió la taza?" que permitirán a los niños reflexionar sobre la honestidad. Los adultos también pueden discutir las posibles consecuencias de ciertas acciones. Por ejemplo, si la taza se rompió por accidente y se dijo la verdad, no hay ninguna consecuencia. Si mentía acerca de romper la taza, a pesar de que fue un accidente, habría una consecuencia. Se debe reforzar el hecho de que las consecuencias serán más graves si los niños no son honestos.

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