El vinagre y las manchas de lágrimas de los perros

Los perros raza toy blancos tienen más probabilidades de tener manchas de lágrimas.

A Lhasa Apso dog image by Florussel Sathya from Fotolia.com

Si tienes un perro blanco, lo más probable es que tu fiel compañero tenga manchas marrón rojizas en forma de paréntesis que van desde las comisuras de sus ojos y descienden a cada lado de su hocico. Estas son manchas de lágrimas y los dueños pueden considerarlas antiestéticas o no. Por otra parte, los propietarios de perros de exhibición usarán gran cantidad de productos para remover estas manchas a fin de restaurar la blancura impecable del rostro del perro. Una pequeña cantidad de vinagre de sidra blanco mezclado dentro del agua que bebe el can cambia el pH del agua, y del perro, eliminando algunas de las causas de las manchas.

Causas de las manchas de lágrimas

Hay muchos factores que contribuyen al desarrollo de las manchas de lágrimas. La dieta es un factor ya que muchos alimentos para perros contienen pulpa de remolacha que mancha el rostro y la barba. Las causan van desde la presencia de alérgenos a infecciones parasitarias. Una diversidad similar se extiende a sus curas y medidas preventivas. La genética también predispone a determinadas razas de perros toy a tener manchas de lágrimas, de allí el apodo "ojo de caniche" (poodle eye).

Genética

La cabeza, los ojos y la estructura del rostro determina cuán excesivamente lagrimearán los ojos de un perro. Aunque la mayoría de las razas con predisposición a estas manchas son las más pequeñas, algunos perros más grandes también pueden lagrimear en exceso. Estas razas pueden ser susceptibles a lagrimear porque el espacio para el líquido dentro de sus ojos es demasiado pequeño como para recoger sus lágrimas. Las razas que son más propensas a desarrollar manchas de lágrimas incluyen: akita, bulldog americano, esquimal americano, brichon frise, chihuahua, cocker spaniel, corgi, dachshund, bulldog francés, labrador, king Charles Cavalier spaniel, lhasa apso, maltés, maltipoos, schnauzer miniatura, papillion, pequinés, pomerania, san bernardo, sarpei, shih tzu y west highland white terrier.

Parásitos

Las pulgas obtienen su humedad de los ojos de sus huéspedes y una vez que se radican depositan sus heces, que están repletas de sangre digerida. La acumulación fecal hace que el pelaje debajo de los ojos se vuelva marrón. Las pulgas también transportan ácaros de los oídos que los infestan e infectan. Las infecciones en los oídos causan un exceso de lágrimas que pueden también engendrar levadura y bacterias. La levadura roja, una de las infecciones más comunes de la levadura, causa una mancha profunda marrón rojiza.

Lagrimales tapados

Los lagrimales tapados causan manchas de lágrimas. Cuando se produce el bloqueo, las lágrimas se desbordan al rostro del perro y manchan su pelaje en lugar de drenar a través del hocico. En el caso de muchas razas de caniches, sus ojos prominentes estiran los párpados hasta un punto en el que se bloquean los lagrimales. Algunas razas pequeñas también tienen lagrimales más bajos que los normales que se bloquean por completo. El polvo, el pelo, los alérgenos y las infecciones también los bloquean.

Dentición

Las cabezas y las bocas en los cachorros cambian mucho durante su desarrollo, ejerciendo mucha presión en los lagrimales. Un exceso de lágrimas y manchas por desborde pueden aparecer durante este período de crecimiento y volver atrás cuando el cachorro llega a la adultez. El dueño del cachorro debe mantener el pelo del rostro seco y darle juguetes para masticar que alivien la presión de sus dientes para evitar que se acumule humedad y el desarrollo de infecciones y manchas de lágrimas.

Vinagre como modo de cura

Una cucharadita de vinagre de sidra blanco agregado al recipiente de agua del perro cada vez que se le cambia el agua elimina las manchas de lágrimas al cambiar el pH del perro. Ese cambio del pH hace que sus lágrimas sean hostiles al desarrollo de bacterias y levadura, eliminando así parte de las causas de las manchas de lágrimas. Es comprensible que al principio se niegue a beber su agua con vinagre. Su dueño debe comenzar con cantidades más pequeñas de vinagre y gradualmente ir incrementándolas para que se acostumbre al nuevo sabor.

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