Cómo almacenar pastas frescas

La pasta casera necesita guardarse de forma correcta.

Un correcto almacenaje de pastas frescas caseras es casi tan importante como la propia receta de esta comida. Ya sea que planees comerla hoy o dentro de varias semanas, es muy importante que guardes la pasta en forma apropiada para que se conserve perfectamente.

A corto plazo o guardar en el congelador

Step 1

Coloca la pasta cortada sobre una superficie antiadherente. La pasta pequeña y enrollada cabe perfectamente en un plato, mientras que las más anchas, como lasañas o tallarines, deben ser colocadas en un soporte para secar pastas o sobre una toalla de té o una pieza de papel encerado. También puedes disponer las pastas en forma de nidos. Simplemente mézclalas con un poco de harina y únelas en un atado con forma de nido para evitar que los fideos se peguen entre sí.

Step 2

Permite que la pasta se seque durante una hora. Verifica el nivel de sequedad para asegurarte de que esté tan seca como las que comprarías en una tienda.

Step 3

Coloca la pasta seca en una bolsa hermética y guárdala en tu refrigerador o congelador. Asegúrate de escribir la fecha de colocación en la bolsa para saber cuán fresca estará la pasta cuando quieras utilizarla. La pasta fresca refrigerada durará hasta tres días, mientras que la congelada debería ser consumida dentro de los siguientes tres meses.

Guardar a largo plazo

Step 1

Sigue las direcciones del Paso 1 expuesto previamente.

Step 2

Deja que las pasta se seque durante 24 horas. Asegúrate de que se hayan secado por completo.

Step 3

Pon la pasta seca en bolsas herméticas, escribe la fecha de colocación en la bolsa y colócala en la nevera.

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