Step 1

Vierte suficiente laca en una lata vieja para cubrir 1/8 de pulgada (0,31 cm) de la misma.

Step 2

Agrega cerca de 1/8 de pulgada (0,31 cm) de solvente para pintura en la lata. Revuélvelo vigorosamente con una cuchara para hacer una mezcla de mitad y mitad de laca y solvente. No prepares más que esta mezcla en un momento dado. La mezcla se evapora rápidamente y crea humos nocivos, así que tiene sentido minimizar la cantidad que utilices.

Step 3

Sumerge una brocha de esponja en la mezcla de laca. Deja que la laca penetre por completo en la esponja.

Step 4

Pasa la brocha a través de la madera en movimiento de barrido con la dirección del grano de la madera. La esponja aplica la laca de manera lisa sin dejar marcas de brocha. Intenta utilizar pocas barridas de la brocha de esponja como sea posible. Traslapa un poco cada pincelada con la anterior, pero por lo demás no pases la brocha sobre la laca que ya aplicaste.

Step 5

Continúa aplicando la laca sobre la madera hasta que toda la superficie tenga una sola capa. Deja que la capa de laca seque. Esto puede tomar un poco más de una hora pero puede tomar más tiempo ya que el tiempo de secado depende en la temperatura del área de trabajo.

Step 6

Raspa la superficie pintada con una lija de grano 220 rápidamente. Sacude el polvo con una brocha grande seca hasta que la superficie esté completamente limpia de partículas de polvo. Necesitarás lijar y sacudir la madera o "frotar el acabado" después de aplicar cada capa de laca a excepción de la capa final.

Step 7

Desecha la brocha de esponja después de utilizarla para aplicar una capa. La laca y el solvente dañan y degradan la esponja y una brocha dañada creará manchas en la siguiente capa de laca que apliques.

Step 8

Aplica otra capa de laca utilizando una brocha de esponja nueva. Para lograr un acabado brillante y profundo necesitarás aplicar entre seis capas, dejando que cada una se seque por completo antes de aplicar la siguiente. Entre más capas apliques más profundo será el brillo que alcances.