Cómo saber si tu adolescente está haciendo cosas malas

Los adolescentes generalmente dan alguna clave acerca de sus actividades para que intervengas.

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Un adolescente puede ser un reto para los padres, especialmente si comienza a exhibir signos de que no todo está bien. Con el deseo de una mayor independencia, los adolescentes pueden alejarse emocionalmente de sus padres. Esta cambio puede hacer que te preguntes si tu hijo se está involucrando en actividades negativas o de riesgo. Ser el padre de un adolescente significa mantener los ojos bien abiertos a las posibilidades y problemas que puedan presentarse.

Observa si hay cambios en cómo pasa su tiempo. Si solía pasarlo con la familia, viendo TV, jugando o solo conviviendo, y ahora se esconde en su habitación o sale con sus amigos, este aislamiento puede significar problemas, de acuerdo a The Chicago School of Professional Psychology.

Observa que no tenga cambios repentinos de estado de ánimo. Busca cambios en su comportamiento y apariencia, los cuales pueden indicar comportamientos de riesgo. Puedes notar un cambio drástico en su manera de vestir, peinarse o maquillarse, o puede estar sumamente irritable. Las explosiones de enojo sin razón o provocación pueden ser un signo de que algo anda mal. Además, busca síntomas de depresión como malas calificaciones, perdida del interés en actividades o pasatiempos, cambios de apetito y dormir en exceso, de acuerdo al American Academy of Pediatrics.

Investiga si ha cambiado de amigos o compañeros recientemente, aconseja Outback Therapeutic Expeditions. Este signo puede ser específicamente problemático si tu hijo hace el cambio sin presentarte a sus nuevos amigos.

Revisa el dinero y las posesiones de la casa, asegúrate de que nada desaparece sin explicación. Si notas que falta dinero o algún artículo de la casa que tu adolescente pueda vender, esto puede indicar comportamientos muy negativos.

Observa a tu adolescente para ver si da muestras de usar drogas o alcohol. Si ves que tu hijo demuestra una extraña falta de coordinación, ojos enrojecidos, confusión, ansiedad, irritabilidad y aumento de conversación, apetito y mareo, estos síntomas pueden indicar el uso de drogas o alcohol, de acuerdo al National Child Traumatic Stress Network. También puedes notar el uso de mentas para el aliento o aromatizantes para su habitación, así como parafernalia para drogas como navajas, jeringas, pipas y botellas vacías de medicamentos.

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