Preparación del suelo

Elige un lugar que esté a pleno sol o tenga sombra parcial. El mejor suelo es aquel húmedo y levemente ácido. Para prepararlo, mezcla 2 a 4 pulgadas (5 a 10 cm) de abono orgánico con 1/2 cucharada de fertilizante multipropósito junto a las primeras 6 pulgadas (15 cm) de suelo. Usa estas cantidades por cada pie cuadrado (0,09 cm²) de superficie. El terreno está ahora listo para la siembra de semillas o el trasplante.

Plantación

Siembra las semillas a 1/4 pulgada (0,6 cm) de profundidad, creando hileras espaciadas por 2 pies (60 cm). Si cultivas diferentes variedades de menta, siémbralas lo más lejos posible que puedas para evitar la polinización cruzada.

Otra forma de iniciar el cultivo es mediante esquejes en lugar de semillas. Este es el método más simple de propagar la hierba. Para usar esta técnica, busca una rama de menta que nazca del suelo a poca distancia de la planta madre. Toma la rama y tira de ella suavemente para quedarte con una pequeña porción de tallo subterráneo. Planta la ramita de forma que las raíces queden por debajo de la superficie del suelo.

Cuidado

Aplica 1 o 2 pulgadas (25 a 50 mm) de agua por semana. No riegues en exceso para que la planta no sufra el ataque de enfermedades. Aplica una sola vez a comienzos de primavera un fertilizante de liberación lenta. Usa 1 cucharadita de fertilizante 16-16-16 para cada planta para asegurarte de que reciban los nutrientes necesarios. La Extensión de la Universidad del Estado de Utah advierte que el exceso de agua y fertilizante favorece la aparición de roya y disminuye la producción de aceites de menta.

Solución de problemas

La menta puede crecer y expandirse muy agresivamente. Para limitar el crecimiento puedes plantarla en macetas para que las raíces queden confinadas.

Para disminuir la presencia de enfermedades, asegúrate de que las plantas reciban luz solar adecuada y sigue los métodos recomendados de riego. El riego por goteo es un procedimiento que debes tener en cuenta, ya que brinda un suministro regular de agua mientras que mantiene a las hojas secas. Cuando la menta comience a crecer vigorosamente, ralea la planta para mantenerla vigorosa.