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Prepara tus pestañas con polvo para suavizar la textura de cada una de ellas y para asegurarte de que no se pegarán entre sí. Esto le dará a tus pestañas un aspecto más voluminoso y ayudará a evitar grumos no deseados cuando te apliques el rímel. Puedes usar talco o polvo suelto convencional.

Aplica la máscara en las pestañas. El rímel ayudará a reforzar y mantener la curvatura, además de hacer que parezcan más largas. Coloca una capa uniforme en tus pestañas superiores. Asegúrate de pasar el cepillo en todas tus pestañas para separarlas antes de curvarlas.

Coloca la cuchara en la mano correctamente. Sostenla con la mano derecha cuando rizas las pestañas en tu ojo derecho. Mantén presionado el mango de la cuchara en la palma de la mano y cierra el puño con tu dedo meñique, el anular y el dedo medio. Gira el interior de la cuchara hacia ti. Pon tu dedo pulgar en la curvatura de la parte inferior de la cuchara y el dedo índice en la parte trasera de la cuchara como apoyo.

Riza tus pestañas. Trata de hacerlo inmediatamente después de haber aplicado la máscara y antes de que se seque. Coloca el borde de la cuchara donde está tu pulgar, en la parte superior de las pestañas. Esto asegurará que el rímel no se extienda a los párpados. Luego, sostén tus pestañas por debajo con el dedo pulgar y con firmeza presiónalas contra el borde de la cuchara. Continúa hasta que logres conseguir el rizado que deseas.