Step 1

Llena el lavabo con agua tibia hasta la mitad y agrega 1 taza de bicarbonato de sodio. Agita el agua para disolver el bicarbonato y a continuación, añade tus prendas con mal olor. Sumerge la ropa en el agua y luego sácala repetidamente para asegurarte de que las telas estén bien empapadas. Deja todo en remojo durante una hora.

Step 2

Vacía el agua del lavabo. Exprime un poco el agua de tu ropa y revisa si el olor ha mejorado o disminuido. Si disminuyó o desapareció por completo, continúa con el Paso 5. Si tu ropa todavía huele mal, ve al Paso 3.

Step 3

Llena el fregadero de nuevo hasta la mitad, pero esta vez utiliza agua caliente. Agrega 2 tazas de vinagre blanco, revuelve el agua un poco y a continuación, coloca dentro tu ropa. Si quedaron restos de bicarbonato en las telas, notarás que se produce un poco de efervescencia. Deja la ropa en remojo durante dos horas o de ser posible, toda la noche. Esto depende de qué tanto mal olor retengan todavía.

Step 4

Drena de nuevo el lavabo, exprime el exceso de agua y comprueba el olor de nuevo. Si mejoró o desapareció por completo, continúa con el Paso 5.

Step 5

Lava tu ropa húmeda en la lavadora programada a alta temperatura con tu detergente regular. No llenes demasiado la máquina. El detergente funciona mejor cuando hay agua suficiente fluyendo a través de la ropa.

Step 6

Seca la ropa al sol, si es posible. La luz de sol moderada elimina los malos olores naturalmente. Si no puedes secar tus prendas afuera, ponlas en la secadora.