Ingredientes secos

Las recetas de los pasteles generalmente indican mezclar los ingredientes secos en recipientes separados e incorporar los húmedos a ellos. Cuando agregas una gran cantidad de harina, el pastel que resulta se desmenuza y se seca. Para agregar los ingredientes secos, pon la mezcla en una taza para mezclar. Pasa una espátula de plástico o de metal por arriba de la misma, sacando cualquier exceso de harina. Agrega sólo la cantidad de harina que indica la receta, no más. Si le agregas a la receta demasiado azúcar también le darás una textura de migajas.

Ingredientes líquidos

La mantequilla, la margarina, el aceite o la grasa actúan como un vínculo, pero también le dan al pastel su húmeda y delicada textura. Cuando no le agregas demasiado líquido, los pasteles tienden a tener migas y a ser secas. Usa una taza para medir para pasteles y evitar usar tazas para medir cosas secas, porque de esta manera es más difícil la medición. Controla dos veces cuáles son los líquidos necesarios de la receta y lee cuidadosamente las medidas necesarias para asegurarte de agregarle el líquido suficiente.

Mezcla inapropiada

Cuando mezclas la masa de un pastel, debes incorporar todos los ingredientes. Un pastel cuyos ingredientes no están bien mezclados tendrá una textura de migas. Pasa la espátula por el recipiente, empujando a todos los ingredientes que se pegan a los costados hacia el centro de la masa. También pásala por el fondo, incorporando la harina que se puede haber quedado ahí. Sólo bate hasta que todo esté bien incorporado, porque si bates demasiado el resultado puede ser un pastel seco.

Horneando el pastel

Usa el molde de las medidas correctas para tu receta. La masa debe llegar hasta la mitad de los lados o un poco más arriba. Si la masa no está bien desparramada por el fondo del molde se puede cocinar demasiado pronto y secarse. Hornear el pastel demasiado o a una temperatura más alta que la recomendada también puede hacer que éste se seque y se haga migas.