Cómo congelar hojas de albahaca frescas

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Las hojas de albahaca frescas son un delicioso agregado para incorporar a todo tipo de platos; pero en muchas zonas ésta no crece bien en los meses de invierno. En el verano, recoge toda la albahaca que puedas de la planta para poder tener albahaca fresca en invierno. Impresiona a tus invitados al incorporarla en salsas y en recetas mientras dure el invierno. Si tienes más albahaca en tu jardín de la que puedes comer, también será una gran idea congelarla durante los meses de verano. En lugar de regalarla por completo o de dejar que las plantas crezcan demasiado, córtalas de forma cotidiana y congélalas. Sigue los siguientes pasos para aprender cómo hacerlo.

Step 1

Corta la albahaca de la planta. Puedes hacerlo con una tijera común de cocina o puedes con tus manos quitar suavemente las hojas.

Step 2

Lava la albahaca de forma exhaustiva. Colócala en un colador y permite que se seque. Dejala que se asiente por varios minutos y presiónala con las toallas de papel para quitar el exceso de agua.

Step 3

Coloca la albahaca fresca en un procesador de alimentos. Úsalo hasta que esté cortada muy fina. También puedes usar un cuchillo afilado y hacerlo manualmente.

Step 4

Cubre la albahaca suavemente con aceite de oliva. Puedes echar el aceite mientras la albahaca se encuentra en el procesador de alimentos o puedes echarlo sobre la albahaca cortada en el colador y moverla suavemente.

Step 5

Coloca la albahaca en un contenedor de plástico con una tapa que ajuste bien. Guarda el paquete bien cerrado para evitar que el frío queme su interior. La albahaca podrá almacenarse por aproximadamente un año.

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