Usos para las grasas fundidas del pollo

Compra grasa de pollo en tu carnicería local.

Ryan McVay/Photodisc/Getty Images

Puedes sustituir las grasas fundidas del pollo por aceite y manteca para un gusto rico y carnoso en muchas recetas. Las grasas fundidas del pollo, también conocidas como schmaltz en yidish, es un ingrediente crucial en los platos judíos. Puedes hacer tu propia grasa fundida en casa cocinando lentamente la grasa del pollo, cebollas y agua a fuego medio-bajo por una hora. Cuela y guárdala en tu contenedor dentro del refrigerador. Esta es una gran manera de evitar desperdicios y ahorrar dinero. La grasa fundida de pollo tiene una textura similar a la manteca.

Patatas fritas

Usar grasa fundida de pollo para cocinar patatas lleva las patatas fritas a un nuevo nivel más sabroso y crujiente. Reemplaza el aceite de cocina con grasa fundida de pollo al cocinar patatas. Coloca 2 cucharadas en una sartén de hierro fundido sobre fuego medio-alto. Agrega las rodajas de patatas. Cocina hasta que se doren. Sazona con sal y pimienta. Muchas casas judías usan grasa fundida de pollo como grasa de cocción para latkes de papa (panqueques), algo representativo de la cocina judía.

Vegetales saltados

Saltear tus vegetales en grasa fundida de pollo le dará al acompañamiento un buen brillo y un sabor carnoso. En lugar de calentar manteca o aceite de oliva en una olla, agrega 1 cucharada en ella. Añade vegetales, como zanahorias, brócoli, repollo e hinojo. Muchos chefs hacen un rico acompañamiento con grasa fundida de pollo, como granos de maíz, cebolla roja y tomates cherry salteados para servir junto con vieiras empanadas.

Roux

Usar grasa fundida de pollo en un roux creará un sabor más carnoso que usar manteca. Un roux está hecho con mantequilla dorada y harina. El roux actúa como agente espesante para salsas. Sustituye la grasa fundida del pollo por la manteca. Usa el roux para salsas blancas y jugos de carne. Para una salsa blanca, agrega crema y leche calientes, sal, pimienta y nuez moscada.

Hígado picado

La mayoría de los cocineros usan grasa fundida de pollo para cocinar hígado picado. Derrite 1/2 taza de grasa en una olla. Saltea los hígados del pollo en tandas sobre fuego medio-alto. Cocina hasta que esté rosa por dentro. En la misma olla, saltea cebollas y vino blanco para desglasearla. Coloca la salsa y los hígados de pollo en el bol de un procesador de comidas. Agrega huevos, perejil, pimienta negra, pimentón y 3 cucharadas de grasa fundida. Pulsa hasta que la mezcla se pique. Sirve con galletas de matzá o pan sin levadura.

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