Las ventajas de tener un horno eléctrico

Ya que no hay llama piloto, un horno eléctrico es generalmente más seguro y fácil de encender.

Hemera Technologies/PhotoObjects.net/Getty Images

Entre los cocineros profesionales y los cocineros hogareños, el debate a menudo se libra sobre qué tipo de horno produce los mejores resultados de cocción: eléctrico o a gas. Dado que se trata de preferencias personales y hábitos de cocina, es improbable que el debate termine en el corto plazo. Si estás por comprar un horno, hay varias razones prácticas por las que un horno eléctrico puede ser tu mejor opción.

Precio

Si bien cualquier tipo de horno es una inversión costosa, un modelo eléctrico tiende a tener un precio más bajo que los modelos a gas. De acuerdo con Energy Guide, un sitio web informativo acerca de las opciones de energía, el precio de compra de un modelo de gas puede ser de hasta un 50 por ciento más que una versión eléctrica. Mientras que el costo de operar un horno de gas es por lo general menor al de electricidad, si tienes un presupuesto limitado, el precio inicial de un horno eléctrico puede ser más fácil de manejar.

Encendido fácil

Generalmente, puedes iniciar un horno eléctrico con sólo girar una perilla o pulsando un botón. Con una estufa de gas, puedes necesitar encender la llama piloto, lo que requiere una cerilla y alcanzar el interior del horno. Cuando estás apurada para preparar la cena para tu familia, la facilidad para iniciar una estufa eléctrica puede ser muy conveniente.

Control de temperatura preciso

Con un horno eléctrico, puedes configurar los controles a una temperatura precisa, y el horno produce calor constante y parejo. Debido a que una llama está presente, el calor de un horno de gas es a menudo desigual y difícil de controlar. También puede calentarse demasiado, lo que puede ser un problema para las recetas que requieren una cocción a bajas temperaturas. Un horno eléctrico también puede proporcionar calor muy bajo, así que puedes preparar el más delicado de los platos.

Eficiente

Cuando utilizas un horno eléctrico, el calor generado por el aparato se limita principalmente al propio horno. Debido a que menos calor se escapa del horno hacia la sala, la cocina no se vuelve incómodamente caliente ni sofocante, y tu sistema de refrigeración no tiene que trabajar tan duro

Más seguro

Debido a que un horno eléctrico no tiene una llama piloto que requiere encendido, ni llamas expuestas ni un suministro constante de gas combustible, puede ser una opción más segura para tu cocina. Un horno de gas plantea el riesgo de intoxicación por monóxido de carbono o de combustión espontánea. Debido a que no hay combustión con un horno eléctrico, se cocina de manera más limpia que en un modelo de gas y presenta menos riesgo.

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