Step 1

Coloca la maceta en un plato lo suficientemente largo como para retener el exceso de agua. Colócalo en la zona soleada de tu casa, a menudo justo frente a una ventana orientada al sur. Lo ideal es que las plantas de fresas tengan al menos 6 horas diarias de luz solar directa.

Step 2

Cubre el agujero de la maceta con un trozo de trapo tipo rejilla. Luego, llena el contenedor y los bolsillos laterales con tierra húmeda (la que ya tiene el fertilizante agregado) hasta que los agujeros de los lados estén cubiertos a la mitad.

Step 3

Planta una planta en cada bolsillo lateral o agujero. Esparce las raíces sobre el suelo y en el centro de la maceta. Las partes verdes de las plantas deberían crecer por los agujeros o los bolsillos laterales. Esto varía entre las distintas macetas para fresas.

Step 4

Continúa llenando el centro de la maceta hasta que el suelo tenga dos pulgadas (5 cm) por encima del bode. Si hay otra capa de agujeros o bolsillos, llénala con tierra hasta que esté cubierta hasta la mitad. Luego, planta el siguiente nivel de fresas. Repite si es necesario.

Step 5

Planta tres o cuatro más plantas en el centro de la maceta, espaciadas de manera pareja. Esparce las raíces por el suelo. Luego cubre las raíces con 1 pulgada (2,5 cm) de tierra.

Step 6

Mantén el suelo húmedo durante la estación de desarrollo. Para regar las partes bajas de la maceta, usa un pico de regar. También puedes insertar pequeñas tuberías de plástico y taladrar algunos agujeros en ellas. Luego llena la tubería parcialmente con agua y el agua saldrá por los agujeros hacia la parte inferior y media de la maceta. Riega la parte superior como lo haces habitualmente.