Cosas que necesitarás

6 papas russet grandes 2 cucharadas de sal mas una cucharadita dividida Una cucharadita de ajo en polvo (no sal de ajo) ½ cucharadita de pimienta negra ¼ de cucharadita de paprika ahumada 3 cucharadas de aceite de canola, de aceite de maní o de aceite de cártamo 8 o 10 cubos de hielo

Paso 1: Corta las papas

Corta las papas en tiras de ½ pulgada (1,2 cm) de ancho.

Tip

Puedes pelar las papas o dejarlas con la cáscara. ¡Quedarán bien de las dos maneras!

Paso 2: Pon las papas en salmuera

Vierte 4 tazas de agua caliente y dos cucharadas de sal en un tazón grande o en una fuente de horno. Revuelve hasta que la sal se disuelva. Añade los cubos de hielo y revuelve hasta que el agua se enfríe (el agua caliente ayuda a disolver la sal y el hielo la deja a la temperatura adecuada para la salmuera). Añade las papas cortadas. Pon la fuente en el refrigerador y déjala durante 1 a 3 horas.

Tip

La salmuera es una forma de sazonar las papas desde el interior, ya que esta penetra en las rebanadas. También afecta el almidón, elimina la humedad adicional y permite que las papas queden aún más crujientes, con un centro blando y cremoso.

Paso 3: Sécalas bien

Quita las papas del recipiente y sécalas bien con toallas de papel.

Paso 4: Condiméntalas y hornéalas

Precalienta el horno a 425 grados F (218 °C). Mezcla la sal restante, el polvo de ajo, la pimienta negra y la paprika ahumada en un tazón pequeño. Coloca las papas en una asadera (usa dos en caso de ser necesario ya que las papas no deben tocarse entre sí y deben estar en contacto con el metal). Espolvorea los condimentos y mézclalos bien. Rocíalas con el aceite y hornéalas a 425 grados F (218 °C) durante 20 o 25 minutos o hasta que estén doradas.