Cómo saber si las almejas están aptas para el consumo

Las almejas frescas transportan el sabor salado del mar a tu mesa.

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Cuando lleves a tu casa almejas vivas, deberás guardarlas en el refrigerador porque no viven mucho tiempo y se echan a perder rápidamente. Refrigerar las almejas retrasa el crecimiento bacterial y mantiene los mariscos con vida, lo que es imperativo para la seguridad de su consumo. Revisa las almejas vivas en su concha con cuidado antes de comerlas para evitar el riesgo de una enfermedad seria a causa del alimento. Consume las almejas frescas dentro de los dos o tres días para un mejor sabor.

Step 1

Revisa la parte externa de las almejas. Desecha las que tengan conchas rotas o agrietadas porque pueden tener bacterias del muelle.

Step 2

Revisa cada concha para asegurarte de que esté bien cerrada. Aquellas que estén abiertas aunque sea un poco indican que la almeja ha muerto. Golpea las conchas abiertas para ver si se cierran. Desecha las que permanecen abiertas.

Step 3

Huélelas. Las almejas frescas huelen a agua de mar. Las almejas echadas a perder huelen a pescado o a amoníaco.

Step 4

Prepara las almejas utilizando tu método deseado de cocina. Descarta las almejas si las conchas no se abren durante la cocción. Las conchas que permanecen cerradas contienen probablemente almejas que murieron antes de cocinarse.

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