Cómo funcionan los ciclones

Los ciclones son áreas de baja presión. Puesto que el aire se mueve de áreas de alta presión a baja presión, los ciclones producen una convergencia en la superficia. Este aire convergente es empujado hacia la atmósfera, creando una divergencia en alto. Conforme el aire húmedo y caliente es absorbido hacia dentro de esta divergencia, produce una atmósfera inestable. Este aire caliente y húmedo se enfría, se condensa y forma nubes de tormenta. Los ciclones pueden ser de naturaleza tropical, como un huracán, o un sistema de baja presión sobre una masa de tierra, como en Estados Unidos. Los ciclones giran en dirección opuesta a las manecillas del reloj en el hemisferio norte y en dirección de las manecillas del reloj en el hemisferio sur.

Efectos de los ciclones

En general, los ciclones se asocian con nubes, lluvia y tormentas eléctricas. Producen gradientes de presión empinados, creando fuertes vientos superficiales. Sobre Estados Unidos, los ciclones sacan aire cálido y húmedo del Golfo de México, creando un frente cálido. Esto generalmente produce lluvia ligera, estable, al noreste de una zona de baja presión, por delante del frente cálido. Los ciclones también atraen aire frío del norte. Este aire forma un frente frío, que choca con el aire cálido y húmedo para producir chubascos y tempestades de truenos al sureste de una zona de baja presión, por delante del frente frío.

Cómo funcionan los anticiclones

Los anticiclones son áreas de alta presión. El aire hundiéndose se esparce cuando llega al suelo, produciendo una divergencia en la superficie. El aire se mueve rápidamente para llenar el vacío creando una convergencia de altura. Los anticiclones producen una atmósfera estable. También son referidos como zonas de bloqueo de alta presión porque tienden a forzar a las áreas de baja presión a viajar con ellos. Por ejemplo, un huracán (ciclón tropical) que encuentra un área de alta presión será desviado alrededor del ciclón. Las zonas de alta presión se han esparcido por la costa este de Estados Unidos de muchas llegadas de huracanes, empujándolas sobre el Oceáno Atlántico. Los anticiclones giran en dirección de las manecillas del reloj en el hemisferio norte y en dirección opuesta en el hemisferio sur.

Efectos de los anticiclones

En general, los anticiclones se asocian con buen tiempo. Mientras el aire se hunde, se calienta y se seca. Esto produce cielos despejados y aumenta la capacidad del aire para transmitir la energía por radiación. En el verano, esto significa temperaturas altas debido al calentamiento solar de la superficie. Durante el invierno, esto significa bajas temperaturas debido a la radiación de calor desde la superficie hacia el espacio. Los ciclones tienen normalmente gradientes de presión bajos, produciendo vientos ligeros, variables en la superficie. Los ciclones tienden a moverse lentamente, proporcionando períodos extendidos de buen tiempo. Durante el verano y el otoño, una zona de alta presión de Bermuda puede establecerse en la costa este de Estados Unidos durante largos períodos de tiempo, produciendo altas temperaturas en el sureste y el bloqueo de los huracanes.