¿Cuál es el propósito del experimento del huevo flotante?

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El experimento del huevo flotante es un método rápido y sencillo para determinar qué tan fresco es un huevo. De esta manera puedes saber si el huevo con el que vas a cocinar está en buen estado, y es seguro para la salud de tu familia, o está podrido. Este experimento, que se basa en un simple principio científico, posee ciertas ventajas respecto a otros métodos.

Cómo realizar el experimento

Todo lo que necesitas es un vaso lo bastante grande como para colocar un huevo de lado en su interior. Llena las tres cuartas partes del vaso con agua y deja que el huevo se hunda lentamente. En cuestión de segundos podrás saber si el huevo es comestible. Además, podrás repetir el experimento todas las veces que desees con los demás huevos que tengas en el refrigerador.

Resultados posibles

Si el huevo que colocaste en el agua se hunde hasta el fondo y se queda allí. significa que está fresco y se puede consumir. Si la punta permanece en el fondo pero la parte inferior (la más amplia) apunta hacia la superficie, significa que todavía es apto para consumo, pero deberías utilizarlo solamente para recetas que requieran el uso del horno o el huevo en su estado sólido.

Fundamento científico del experimento

Según la universidad de York, a medida que el huevo envejece, el agua dentro del huevo se evapora y es reemplazada por aire y otros gases (que dan cuenta del olor desagradable de los huevos podridos), hasta llegar a un punto en el que el huevo posee más gas en su interior que agua. El gas es más ligero que el agua, así que cuando colocas un huevo podrido en el agua, este tiende a flotar.

Ventajas de este método

Además del experimento del huevo flotante, se puede conocer el estado de un huevo según el peso que tiene, medido de forma aproximada al tomarlo con la mano. Sin embargo, solo los cocineros experimentados pueden utilizar este método con seguridad. Otro método es romper el huevo sobre un plato y observar si la yema aún es redonda y la clara espesa. Este método es más fiable, pero más incómodo, ya que luego hay que colocar el contenido del huevo en un bol o una sartén, o quitar el huevo podrido del plato. Además tendrás que hacerlo varias veces si quieres revisar muchos huevos.

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