Step 1

Añade 2 cucharadas de ácido ascórbico a 2 litros de agua fría. Mezcla para disolver. El ácido ascórbico hará que las manzanas y los plátanos no se pongan marrones.

Step 2

Lava las manzanas con agua fría. Pela y corta las manzanas. Debes cortarlas en anillos de 1/4 de pulgada (0,64 cm) de espesor. Las cáscaras se pueden dejar si lo deseas, sin embargo, se pondrán duras después de la deshidratación. Inmediatamente después, añade a las manzanas el ácido ascórbico y el agua después de rebanar.

Step 3

Pela los plátanos y corta rodajas de 1/4 de pulgada (0,64 cm) de espesor. Inmediatamente ponlas en la solución con ácido ascórbico.

Step 4

Deja las manzanas troceadas y los plátanos en remojo en la solución de ácido ascórbico durante 4 a 5 minutos. Retira y escúrrelas bien. Seca con una toalla de papel para eliminar el exceso de humedad.

Step 5

Coloca rebanadas de manzana sobre las bandejas del deshidratador en una sola capa. Deja un pequeño espacio entre cada trozo de fruta para la circulación del aire. Apila las bandejas y coloca la tapa en la parte superior. Establece el deshidratador a 135 grados Fahrenheit. Un horno también se puede utilizar para deshidratar. Ajusta la temperatura del horno a 140 grados Fahrenheit. Coloca las rebanadas de plátanos y las manzanas en una bandeja y pónlas en el horno. Deja abierta la puerta del horno 1 pulgada (2,54 cm) para que la humedad pueda salir y acelerar el proceso de secado.

Step 6

Deja secar durante 6 a 12 horas. Los anillos de manzanas estarán listos cuando sean flexibles y no tengan zonas húmedas o de mal gusto. Los plátanos estarán crujientes. Deja enfriar y guarda en bolsas Ziploc para mantenerlos frescos.