Cómo guardar las rosquillas para su posterior uso

Abastécete de rosquillas para congelarlas.

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Las rosquillas o donas son más baratas por docena, pero no cuando sólo comes algunas y dejas que el resto se pongan duras. No hay necesidad de arruinar tu figura por comer de más, ya que puedes las congelar. Si lo haces correctamente, van a estar tan frescas como el mismo día en que salieron del horno de la panadería.

Step 1

Guarda las rosquillas en el congelador tan pronto como llegues a casa. Déjalas dentro de la caja o bolsa si tienes espacio. Déjalas congelar al menos cuatro horas. También las puedes dejar durante la noche.

Step 2

Retira las rosquillas del congelador y coloque cada una en una bolsa individual. Cierra la bolsa si es posible. Si la rosquilla es demasiado grande para la bolsa, no te preocupes. La bolsa exterior la protegerá.

Step 3

Toma cada rosquilla, que ahora está en una bolsa, y colócalas en una bolsa de plástico de 1 galón (3,7 litros). Lo preferibles es una bolsa para congelar, pero cualquier tipo de bolsa que sea lo suficientemente grande funcionará. Guarda tantas rosquillas como entren, sin apretarlas. Cierra la bolsa y colócala en el congelador.

Step 4

Quita el número deseado de rosquillas de la bolsa, la próxima vez que quieras una. Retira la rosquilla de la bolsa y colócala en un plato apto para microondas y cocina durante unos segundos. El tiempo necesario depende del tamaño de la rosquilla, el relleno (si existe), y el tamaño del plato. El tiempo del microondas es casi siempre menos de 30 segundos para una sola dona. Ten cuidado de no sobrecalentarla. Las rosquillas rellenas de crema u otros rellenos densos son más difíciles de calentar, pero incluso éstas se pueden descongelar con un poco de práctica.

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